martes, 18 de mayo de 2010

Posible propuesta de felicidad

El termo se inclino junto con la mano, y lentamente su contenido fue invadiendo el interior del mate previamente lleno con yerba , mientras yo miraba la espuma que esa mezcla generaba y el vapor que emanaba haciéndolo tan tentador , definitivamente ese mate tendría que ser el mió , hojeábamos juntos un cuaderno viejo en el cual yo siempre escribía lo que creía importante en mi vida , una especie de vidriera de papel exhibiendo recuerdo antiquísimos , y en ese momento justo cuando ella estaba cebando el segundo mate la mire y me dije a mi mismo que ella era la persona que yo necesitaba a mi lado, ella se percato de que mi mirada no era tan solo para que me diera un mate y sonrió con su cabeza inclinada casi tanto como el termo ,dejando ver así su rostro desde otro ángulo, ella generaba eso que yo mirara todo desde otro ángulo , hasta al amor.
Me miro con su sonrisa tan cautivante y me dijo:
-¿que te pasa Matías?, ¿por que me miras así?, la mire y podría haberme puesto a explicarle los delirios existenciales y mis puntos de vista que ella hacia florecer y que en definitiva cuando le daba un beso a ella se me estremecía el cuerpo como cuando tomaba un mate caliente después de estar a la intemperie absorbiendo el frió del invierno; pero no , pero fui un tono, de esos que piensan la frase mas hermosa y se la guardan , porque alexia me generaba eso, la veía y sabia que no podría con ella no podría decirle que simplemente con su sonrisa me alcanzaba, tiraba hasta fin de mes y no tendría que ir a comparar amor al almacén de la esquina, o pedir cariño fiado en cualquier quiosco del barrio.
Alexia era particularmente misteriosa y simple, su simpleza no era la simpleza de cualquier chica ingenua de pueblo, ella venia del sur y estaba protegida contra las ingenuidades de esta fría y gris ciudad donde todo es descartable.
Morrissey cantaba “heavens knows i’m miserable now” de fondo, por que a ella le gustaba mucho the smiths y a mi tambien, ella sostenia que morrissey tenia algo diferente a cualquier otro cantante, a demás de su carisma algo oculto en su tono de voz, que incitaba a uno a ponerse feliz o afligirse; tenia la clave para cambiarte el día.
Disfrutaba escuchar the smiths con ella, y tomar mates, creo que en ese momento lo mas parecido a la felicidad era eso y morrissey era testigo de que o podría haber sido un poco mas valiente y en vez de decirle “nada solo te miraba porque quiero que me des un mate”.
Nunca tuve suerte con alexia porque siempre tiraba las monedas a la fuente y nunca me quedaba una para jugarme un beso a la cara o a la seca y cuando pensaba un deseo algún pájaro me lo robaba, hubo días en que bebí vino barato con un humanista en la plaza de monte grande con ella tan solo porque era amigo de ella.
Hubo otros en que alexia me dijo acompáñame aca y cuando vi a donde era sentí ganas de llorar porque ella tenia todo, todo para hacerme llorar y para enamorarme de ella.
Con ella el otoño era mas hermoso, a pesar de que siempre me gusto el otoño y el crujido de las hojas, con ella era diferente porque con ella yo pisaba mas fuerte y las hojas no se quejaban solo despedían un saludo y me miraban diciendo por favor bésala que esa boca algún día no la veras mas, aprovecha el momento, ríete, y hazla sentir bien, ella es la única que te cambia el día y la noche.
Después de decirle eso ella esbozo un bostezo y me miro esperando que le diga algo que no tenga nada que ver con el mate porque si no se iría a dormir y quizás nunca mas la vería mas.
Vos serias el mejor personaje de mi libro, en realidad lo sos, no estas echa de tinta y cada ves que te veo no puedo articular nada, me bloqueo y te admiro, te observo y veo que sos realmente hermosa, quizás algún día podría dejar de decir estupideces previas a un beso pero hoy no, hoy te tengo que decir que cada vez que veo tu sonrisa no entiendo de donde la sacaste y que realmente podes cambiarme la amargura por algo hermoso tan solo con un simple mate.
Y ahí la bese porque si no seguiría diciendo boludéces, y alexia respondió al beso, con esa ternura que tenia ella y ahí fui mas que feliz y esta vez ya no pensaba, tan solo disfrutaba de ella porque sobre todo si había algo que me atraía mas que su cabello y sus ojos eran como sus pecas acompañaban tan bien sus mejillas y en ese momento después de un dulce beso prolongado le dije: alexia quedémonos un ratito así, aunque sea un pedazo de eternidad…

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