domingo, 28 de diciembre de 2014

Luciernagas

El atardecer nacia lentamente, un sonido, el viento, un cuadro que Matias iba divisando mientras miraba el atardecer, Un gran bloqueo lo perseguia a él, buscaba palabras, buscaba la vieja y escurridiza musa, buscaba ese aire. Por las tardes salia a caminar en busca de unas palabras nuevas, en nuevos recuerdos, esa extraña sensacion de encontrar recuerdos en uno mismo, la ausencia...
Kilometros lo separaban de sus deseos, muy lejos se encontraba él de esos labios. muy lejos de esa sonrisa. Hoy se encontraba demasiado lejos de todo, cansado quizás. Porque para escribir uno tiene que sufrir, poder pintar un cuadro con palabras desde el minimo detalle, uno debe extrañar, sentir la falta de algo, poder comprometerse con sus palabras, sentir que en el aire se escriben cosas y que en los recuerdos se encuentran las claves para seguir andando.
Quizas las drogas ya no traian  respuestas y Matias se encontraba en un callejon sin salida, en un rincon de un parque embriagandose frente a un atardecer en busca de su maldita musa. Una vez le habian dicho que las palabras decian mucho, pero el respiraba palabras y podia sentir que cada cosa que decia o escribia lo hacia por algo, Daba vueltas en su cabeza, quizas en un momento dejó escapar alguna lagrima. La falta era algo recurrente en su vida, la falta de esos brazos y lo lejos que tendria que extender sus largos brazos para alcanzarla, lo mucho que tendria que aguzar el oido para escuchar su voz entre la cordillera,
Hizo un boceto en su mente de como seria el instante en que ellos se vieran, ese instante en que el podria materializar los sentimientos y los anhelos. La cerveza se le habia terminado y al ver que la noche comenzaba a teñir el cielo de oscuridad. Decidio emprender el camino de vuelta a su casa, cuando levanto su cuerpo y se incorporo no pudo creer lo que vio. Del pasto brotaban pequeños puntos de luz, sabia que conocia eso, sabia que algo de eso habia en sus recuerdos, pequeñas estrellas a la altura de sus pies, cuando era niño y el imaginaba que estaba caminando por galaxias, que por las noches el cielo estaba a sus pies, y en esos momentos el pequeño Matias agarraba un frasco vacio de mermelada y atrapaba esas estrellas, porque en los campos del sur, en los pueblos de su infancia y su mente el cosmos cabia en un pequeño frasco con aujeros en la tapa.
Al ver el parque repleto de luciernagas, él sintio nostalgia, sintio el olor a pasto mojado, el olor a tuco saliendo por la ventana de la cocina del viejo Mozquera. Al ver esas pequeñas estrellas supo que no tenia que buscar nada, que todo iba a ir dandose lentamente, que no habia apuro, que por mas lejos que estuviesen, él siempre tendria un pequeño cosmos en la palma de su mano esperando para regalarle sus mejores momentos a ella.
Quizas la luna conspiraba, quizas esa tarde todo estaba escrito en el viento porque en el momento en que Matias revivia sus recuerdos, su telefono le traia un mensaje desde la costa del pacifico que a su manera decia "aqui estoy". Matias agarro su celular y comprendio que el pasado y el futuro podia convivir tranquilamente, que esa era la manera de vivir, tan solo una palabra,un par de silabas, un par de letras, un mensaje, un gran acierto....
Ex tra ñar te

domingo, 14 de diciembre de 2014

fragmentos 1:13 (de cuando Matias se descubrio a si mismo)

(...)
-lo que mas me gusta de la ciudad es la avenida a la noche, las luces, los autos que pasan indiferentes y en ese lugar me siento comodo podria besarte en este preciso momento y los autos seguirian pasando con su total indiferencia.
ella lo miro sin comprender mucho lo que Matias decia, siguieron caminando en sentido a madero por lavalle
Era otro cuerpo, otra mitad de otra persona a la cual Matias habia apostado en conocer y nuevamente se sentia vacio porque esa chica tan bella no comprendia lo que el decia. Siempre se sentia vacio despues de estar con una chica, siempre sentia que perdia un pedazo de el. Las mujeres siempre habian aparecido en su vida de manera casual, siempre pestañar cerca de alguien, siempre perder unos billetes en un cuarto alquilado para poseer un cuerpo nuevo, con historias nuevas, siempre la melancolia del poco sabor que tenian algunas.
Entonces comprendio que ella no entendia de que hablaba el, y se largo a hablar en voz alta consigo mismo.
-creo que no me comprenderas, pero a veces siento que este cielo plagado de estrellas esta ilumninado y acogiendo a otra persona a kilometros de distancia y que esa persona esta pensando lo mismo que yo en este instante, mientras la misma brisa acaricia nuestros rostros.
Siento que el nuevo amor nunca llegara, siento que lo que busco, si es que busco algo, esta tan lejos de mi como el sol en un atardecer, a lo lejos puedo sentir que hay algo, pero me faltan mas vidas por gastar, mas avenidas y mas autos indiferentes pasando a mi alrededor ante un beso robado en medio de la noche.
-a veces dices cosas muy lindas
En ese instante Matias se percato de ella nuevamente, por un par de cuadras la habia olvidado, en ese preciso instante quiso que ella desapareciera, quiso poder estar solo con sus pensamientos caminando por la ciudad. Al llegar a florida caminanron en direccion a retiro, y frente a galerias pacifico un hombre con varios instrumentos en su cuerpo tocaba una cancion, con cada extremidad de su cuerpo mantenia el ritmo y con una voz gastada, tal vez por las bebidas fuertes del norte de europa. se detuvieron a escucharlo tocar, Matias dejó 20$ en el estuche de la guitarra a modo de paga.
Matias sentia la urgencia de estar solo y no sabia como despedirse, asi que le dijo a ella que le dolia la cabeza y si no le jodia verse otro dia, que la acompañaba a tomar un taxi. Pararon uno al rato sobre Cordoba y ella se despidió de el con un beso en la mejilla. A el siempre le habia llamado la atención el hecho de besar a alguien en la mejilla despues de haber compartido una cama, era como si despues de salir del hotel cada uno de ellos volviera a la normalidad, a ser dos extraños.
Matias siguio caminando, pero esta vez en sentido al rio, a el siempre lo llamaba el agua, creia que habia cierta conexión, pensaba en Kerouac y sus viajes, en sus escritos, en Bukowski y sus mujeres en Burroughs y sus drogas, sus viajes interiores, sus viajes por toda america en busca de la ayahuasca y en cuantas cosas le faltaban vivir a el, cuanto tenia de ellos y cuanto le debia, cuan deprimido se sentia al levantarse cada mañana para ir al trabajo, en cada dia que perdia, en cada viaje que pensaba, en cada mujer que habia tenido, en cada beso que habia dado, en cada verso que habia pensado mientras invadia cuerpos y mentes, mientras fumaba y tomaba para olvidarse que este mundo era cruel, en cada lagrima derramada, en los kilometros que habia dejado atras en los instantes, en ella, que nada tenia que ver, en un amanecer en su infancia, en una sonrisa anonima cuando compraba garrapiñadas a una señora que tenia una paloma sentada en su cabeza. En la vida que vivio y en la que le restaba vivir, su depresion era leve, era un sintoma de que estaba cambiando, de que estaba encontrandose, era un sintoma de que ya era el momento para comenzar a vivir.
Se sentó en un banco frente a los diques de puerto madero y frente a esa inmensa luna que lo habia alumbrado tantas veces y a ese indiferente cielo, y en esa pequeña inmensidad, en ese instante que el guardaria en su memoria, se sintio un poco aliviado, quizas no debia seguir buscando afuera lo que ya tenia dentro...

domingo, 30 de noviembre de 2014

Vos te enamoraste de Ed Templeton

Un dia gris, era aquel en que te conoci, yo estaba sobre mi tabla, comiendo unos caramelos del barrio chino, te acordas? Aquel invierno fue cruel, pero yo tenia una bolsa de caramelos, aquella bolsa que vos me envidiaste, aquel invierno vos me viste sentado en un banco de la costanera, ahi cerca del aeropuerto, me viste con mis caramelos y mi tabla mirando al mar, aquel banco me quedaba tan grande, ese gigante de granito me daba la sensacion de tener años debajo mio, yo miraba el rio y pensaba, y el viento se me llevaba las ideas hacia el mar, el mar las alejaba de la costa y las llevaba hacia otras mas al este y eso me da la seguridad de que alguien esta pensando lo mismo que yo en otra parte del mundo, otro triste hombre en otra costa, otro corazon con dudas.
Siempre crei que conocer a una chica frente al mar era magico, siempre tuve la certeza de que el amor lo traia el mar y se lo llevaba el, como el canto de las sirenas, como las gaviotas que vuelan miles de kilometros en soledad tan solo para comer un buen manjar. 
Mi ipod reproducia un disco de radiohead y en esos momentos sonaba "high and dry" cuando tu te acercaste y me preguntaste si te podias sentar, te mire indiferentemente y te respondi que si, en ese momento comence a sentirme un poco incomodo frente a la compañia de una chica, hacia meses que no estaba con una chica y en ese momento tan atipico no supe que decir, tu me miraste con esos ojos marrones oscuros como el algarrobo y me preguntaste que estaba escuchando, y me dijiste que tambien te gustaba radiohead pero que preferias joy division y yo te dije que lo supuse al ver tu remera del disco Unknown Pleassure y en ese preciso moento esbozaste la primera sonrisa de toda la historia, en ese momento comienza la historia en ese preciso momento me tendria que haber alejado.
Te dije que a mi tambien me gustaba mucho joy division y que si veias el dibujo de mi tabla ibas a empezar a creer en las coincidencias, asi que movi mis pies como para hacer un casper flip dejando el dibujo de la tabla mirando hacia el cielo, y volviste a sonreir y me dijiste que las casualidades no existen, y que en ese preciso momento todo el sistema solar se habia alineado, y que quizas eso pase solo una vez en la vida y que no debiamos dejar pasar el momento.
Miré el rio y vi como su tono plateado se iba poniendo cada vez mas oscuro, como el cielo en el horizonte se iba tiñiendo de ocres; me preguntaste de que marca era mi tabla y te dije que era toy machine y no la conocias, no era una marca muy conocida en esa epoca. "Es la mejor tabla del mundo" fue lo que dijiste, y me preguntaste quien era el creador de la marca te hable de Ed Templeton y ahi fue cuando te dejaste de interesar en mi, caminamos por la costanera hasta el aeropuerto, me dijiste que tu vuelo partia en una hora y ya tenias que ir a embarcar, me dijiste que valla a Mendoza, que ahi podriamos caminar y seguir conociendonos, que un cambio de aire me vendria mejor, pero que en dos meses te ibas a ir a vivir a Los Angeles, me contaste muchas cosas y yo te hable de los atardeceres en el campo, de como las estrellas se me aparecian en la noche cuando dormia en el techo de casa. 
Te deje en la puerta del aeropuerto y camine hasta la parada del 37. Fui pensando en vos todo el viaje de regreso, Ian curtis cantaba she´s lost control y el colectivo se iba sumergiendo en la ciudad, pense en vos arriba mio mirandome, mirando miles de luces y en lo lindo que se ve buenos aires desde arriba de un avion al anochecer, pense que esas cosas le daban un minimo sentido a la vida, en que las pestañas que habia perdido de tanto resfregarme los ojos llenos de lagrimas no eran en vano.
Te escrbi varios dias despues, habiamos quedado en mandarnos cartas, en no saber nada de ambos que no sea lo escrito, tu carta tado un par de dias mas que los mios en llegar, pero al leerte volvia a traer aquel instante en que te vi a los ojos por primera y unica vez, tus palabras te iban dibujando en mi mente y te lograba traer a mi cuarto en cada letra que mis ojos iban leyendo.
Tres dias antes de que tu partieras yo me tome un avion a Mendoza, te acordas? esa noche el cielo estaba tan despejado que se podian ver hasta las estrellas de mi infancia, aquelos puntos brillosos en el cielo, congelados en el tiempo me devolvian la infancia, los aromas, el pasto humedo, el olor a tierra mojada, la brisa del sur. Gigantes recuerdos, inmensos cuerpos a millones de años luz, pero los años luz querida no son unidades de tiempo si no de distancia, mis recuerdos a lo lejos, muy atras de donde estoy ahora, recuerdos lineales, recuerdos con kilometros y no con años. Llegue a mendoza un par de horas despues, La madrugada y el silencio, un aire tan puro como el agua de los cerros, El silencio predominaba, yo esperaba que vinieras por mi, sabia que eras un poco impuntual y no me molestaba en lo absoluto, siempre me habia gustado llegar antes para poder meditar en el lugar antes de que llegara la persona a  esperar, yo y mis pensamientos necesitabamos amigarnos antes de poder socializar con alguien. 
Fuimos a tu casa, en completo silencio mientras vos manejabas, tu eras consciente de que yo necesitaba obvserbar y absorver todo lo que me acontecia, llegamos y me preguntaste si queria un té, te dije que realmente lo necesitaba, mientras vos lo preparabas yo obsverba tu casa, tus cuadros, tus fotos, tus discos, los imanes de la heladera todo estaba ahi para que yo luego lo contara, para que lo hiciera historia e imortal.
Hablamos toda la noche hasta que el sol comenzo a abrir sus ojos y en ese momento nos fuimos a la cama.
Al despertar todavia dormias, y me senti raro, todo era ajeno, entonces fue cando me puse a chusmear tu bibioteca, y encontre un libro de fotos de Ed Templeton, estaba perdido, tu te ibas muy cerca de donde el vivia, sabias donde encontrarlo, y yo solo era un respiro antes de alejarte de todo, alejarte de las luces, de mis vientos, de mi mar, de mis besos.
Vos te enamoraste de Ed Templeton y yo todavia te recuerdo, vos te enamoraste de aquel y yo me quede con el recuerdo de nosotros en aquel asiento. Otra vez un aeropuerto, otra vez la sensacion de inmensidad, otra vez mis divagues. me dijiste que te hubiese encantado quedarte hasta que despegues, pero tenias que ultimar detalles y faltaban horas para que te fueras.
Nos volvimos a mirar y te dije que tus ojos eran oscuros como el algarrobo, y que las estrellas brillaban en ellos, te mire minuciosamente con mi ojo derecho y luego con el izquierdo, mientras tapaba el opuesto con mi mano, tu te reias y ese instante era perfecto, te bese por ultima vez. te alejaste y contigo tu sonrisa, el algarrobo y las estrellas y mis recuerdos...

martes, 18 de noviembre de 2014

informe del tiempo



volver atras, las palabras apareciendo en la oscuridad, sentirte en la piel como al viento. un disparo en el teclado, un error y volver a empezar. las canciones que escuchabamos en la madrugada. los encuentros, el humo dulce dentro de tu choche, una pestaña en tu mejilla, amaneceres on sudor y suspiros frente a un rio indiferente. el mar, tus pies en mis orillas, tus petalos cayendo en el cesped. la tristreza del adios, los vidrios empañados y el aire viciado de nosotros, aprender a olvidar
los destinos sin descubrir, los paisajes que imagino en tu retina, la noche volviendo a caer y el cielo repleto de tus pestañas. una manzana con luces, una esquina con tus besos. las calles empedradas, otro disparo. un vagabundo transmitiendome su tristeza, mis ojos empañados, el cielo nublado.
la cancion que escuchaba el dia que no te vi mas, la cancion que escuchaba aquella tarde atravesando esos campos a 45º. una luna dibujada en el mar, una isla de frivolidades y el amor escondido entre unos arbustos, el calor de la tarde en tus labios a mi espera.
una carta en mis manos, tus palabras en mis ojos, mis pensamientoos entrando en tu mente, mis letras en tus dedos, tus mambos y los mios, demasiado lejos para no encontrarse.
tus montañas y mis llanos, tus deseos y mis anelos, a la espera del encuentro.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Memorias del futuro



La primera vez que vi a Laura fue en un recital, allá por el 2007. Yo era un rio de transpiración, el lugar era humedad y agua, la banda seguía tocando y yo decidí apartarme un poco del público para tomar aire, ella estaba ahí mirando mi remera y yo no me había percatado hasta que levante la mirada y vi sus ojos entre esos cabellos rizados, ella me hizo un gesto sobre mi remera y yo me acerque para hablarle, cruzamos palabras y en ese momento yo me di cuenta de que quería pasar toda la vida con esa chica. Unos minutos después apareció un flaco con una cabellera corta y apartándola de mi la beso, el mundo se desmoronaba en unos instantes, la banda había terminado el 8 tema y al sonar los primeros acordes del noveno tema su novio volvió al tumulto dejándola sola de nuevo, junte valor y me acerque por unos instantes y susurrándole al oído le dije que me pasara su fotolog.  
Al llegar a casa lo primero que hice fue prender la computadora y buscarla, la agregué y le escribí, pero su novio me agredió y ella amablemente me pidió que no le hablara más. Con el correr del tiempo logre olvidarla y continúe guardando aquella mirada y esos labios en las profundidades de mi interior. Habite millones de cuerpos, tropecé en calles que no volvería a pisar, recorrí kilómetros en busca de algo similar, una noche mientras viajaba en medio de la niebla en un coche con una mujer que había conocido semanas atrás y habíamos decidido recorrer Uruguay en auto, me acorde de Laura, ella siempre volvía, siempre aparecía en mi mente como aquellas asignaturas pendientes que reclaman ser concluidas. El auto atravesaba los grandes bancos de niebla y la carretera se asemejaba a una película de terror, pero sin embargo no teníamos miedo, ella hablaba de las cosas que iba a hacer cuando regresara y yo tan solo no podía dejar de pensar en que no quería regresar, había empezado a gustarme el camino, había comenzado a encontrarme.
Unos meses después la volví a cruzar y esta vez las casualidades fueron más benévolas, nos cruzamos en el subte y en ese instante, sin dudar y sin decir nada seguimos hasta catedral y nos bajamos, caminamos sin mirarnos, pero sintiéndonos, y nos tomamos de la mano y caminamos en dirección a La Manzana De Las Luces. Nos sentamos y con una mirada nos contamos todo, el tiempo se reflejaba en nuestros ojos y en ese edén nos besamos por unos instantes, seguimos hablando con nuestro cuerpo. Me aleje un instante para obsérvala y grabarme cada detalle de su rostro hasta poder dibujarlo con los ojos cerrados.
-¿Por qué tardaste tanto tiempo en volver a aparecer?
Le dije con un tono de anhelo, como esperando que eso que creía un sueño sea realidad, creo que ese fue mi gran problema, el de vivir soñando sin poder diferenciar lo real de los sueños y no poder disfrutar sin dudar del tiempo. Ella me miro y me dijo que vallásemos  a caminar. Salimos de La Manzana De Las Luces y caminamos por Perú en dirección a Retiro, llegamos a plaza San Martin y podíamos disfrutar de la ciudad como si fuéramos turistas, nos sentamos y ella me dijo que quería fumar, armamos un porro y lo fumamos lentamente con la ciudad y su total indiferencia de testigos. Ella no hablaba y solo me miraba, la noche se había asentado en la ciudad y el humo alimentaba el paisaje, la avenida santa fe serpenteaba la plaza y desde las alturas se veía tan hermosa con esas luces. Nos fumamos todo y por inercia nuestros cuerpos se llamaron y comenzamos a besarnos, sus labios tenían el sabor del deseo, era como comer la fruta más rica y tener un instante de eternidad en la boca, en su rostro se habían depositado unas gotas de rocío que había caído de los árboles, nos besamos durante una hora y todavía no se nos había acabado el sabor. Salimos a caminar y la ciudad se había distorsionado y veíamos todo desenfocado, compramos unos chocolates y mientas caminábamos por florida nos reíamos y tropezábamos en cada cordón que aparecía, cuando uno está bajo ese efecto todo se transforma en un paseo placentero en cual todo se desenfoca y lo único en que uno piensa es en disfrutar y dejarse llevar.  Doblamos en Rivadavia y después caminamos por la nueve de julio en dirección al obelisco, los autos pasaban indiferentes antes esos dos extraños que caminaban sin sentido.
Esa ciudad que me arropaba, sabia tanto de mí, tenía mis fracasos y mis triunfos, mis llantos y mis sonrisas, después de esa noche no volví a ver a Laura. Nos despedimos en la base del obelisco, ya se nos había pasado el mambo y se acercaba una tormenta, ella tomo su colectivo y nos despedimos con un beso prometiendo vernos de nuevo, pero ambos sabíamos que cuando amaneciera cada uno seguiría con su vida. Tome el 45 en dirección al sur y cuando el colectivo arranco,  el cielo se dejó caer todo de golpe y con esa lluvia yo sabía que la ciudad se lavaba de las historias como un borrador se limpia para luego volver a escribir una nueva historia.
Recordé sus ojos y su mirada, supe que el tiempo me jugaba malas pasadas, pero con los tropezones iba forjándome lentamente, cada caída dejaba algo, y mi corazón iba esquivando al amor y a sus fantasmas, la lluvia había cesado y estaba por llegar, baje del colectivo y una suave brisa de aire predominaba en las calles. Camine en dirección a mi casa y en el aire se podían sentir los aromas a azares, la primavera se estaba acercando, y yo como ella empezaba a renacer nuevamente, cerré los ojos y me detuve  a respirar profundamente un instante,  la lluvia había lavado el camino y yo me encontraba de nuevo en el con los pies dispuestos a caminar en el….

miércoles, 20 de agosto de 2014

Too soon

En esos pequeños momentos de iluminación, o quizás de curiosidades que surgen a la madrugada, en esos momentos, empiezo a envidiar, o a quizás querer haber sido tal o cual cosa. Las cosas que he dejado atrás, los pasos en falso. Quizás ese tiempo no me correspondía, y yo tan apresurado por adivinar qué hay detrás de esa puerta. Un mosquito en la noche me ha quitado el sueño, por los agujeros de la persiana se filtran las luces de la cuidad, quizás el único medio entre ese universo y el mío, esas luces me recuerdan que el tiempo sigue corriendo ahí muy cerca mío.
He vivido el futuro, varias veces. He visto y me he equivocado muy seguido, he cargado de aciertos estas manos para luego abrirlas y arrojarlos a la tierra. No tengo nada que renegar de él, quizás me debe más el pasado, el futuro ha sido siempre sincero, y a veces este montón de palabras tiene sentido para otros. Me he hartado de los dilemas existenciales, puedo recordar, puedo crear palabras y frases para vos, para ella, o para la otra, y todas no sabrán que no tienen nada que ver, quizás la única solo exista en los pétalos de las rosas que he desojado en mi adolescencia.
Hoy me veo, en el reflejo de este monitor, veo a mi alrededor, veo una biblioteca improvisada, repleta de libros, veo libros tirados por ahí, un disco de todos tus muertos, un llavero, un playmobil, una foto de Frodo, un muñeco que debe tener 13 años, un par de medallas, un trofeo, unos peluches, una pila de entradas de recitales. Me veo a mí en cada objeto, yo y mi problema de acumular pedazos de momentos.

He gastado años esperando que se caiga un libro de mis manos, y realmente dudo de mí, dudo de que estas manos disparen 300 paginas, siento que algo se viene gestando hace años, y que de a ratos me regala un par de  carillas. Cuando era más joven solía pensar que las cosas me sucedían para que yo las contara, y cuando deje de creer eso dejaron de sucederme cosas dignas de ser contadas. Me he convertido en un hombre normal, un tipo con barba y kilómetros, pero hoy, quizás esa película que no tenía nada que ver, pero me quito el sueño, quizás aquel post de ese desconocido en ese blog, quizás esta realidad que nos hace vivir tan acelerados, el mundo nos está dando un ultimátum y nosotros que nos hemos equivocado mucho y nos pesa la culpa, solo nos apuramos, nos dosbordamos y vivimos como si cada día fuera el ultimo, pero queriendo creer que no, el pánico se ha adueñado de nosotros y quizás la casualidad se ha apurado y nos cruza por temor. Quizás ya no sea too soon…

lunes, 11 de agosto de 2014

El mar

Con laura el amor no era fácil; ella se retraia como lo hace el mar cada vez que se va a formar una ola, para luego llegar a mi con toda la fuerza y romper contra mi costa y hacerse espuma y disolverse entre la arena, y otra vez de nuevo a empezar. No todo era caos en ese cielo púrpura, no todo tenia que ver con la luna. Habia momentos en que todo se veia opacado, donde la felicidad aparecía de una forma especial, en los cuales atravesabamos la niebla en el medio de la noche. Quizás el amor sea eso que se encuentra en los momentos menos significativos para los demás. Mostrarte mis lugares secretos a los cuales nadie acudió, devolverte un suspiro en alguna playa alejada al éste, enseñarte mis pasiones y volverme a enamorar de ellas gracias a ti. Mejorar es algo que se logra con determinación, pero crecer es algo que se logra con un par de tropiezos y sobretodo confianza. El mar será para ti la mejor metáfora y yo seré esas costas a las que no es facil llegar; tu te alejas y yo espero, suebte a ese avión y no mires atras, mira adelante que yo estaré esperándote muy cerca de dónde vallas a aterrizar...

jueves, 15 de mayo de 2014

Los jueves siempre llueve. Fragmentos..

El cigarrillo se estaba terminando de consumir en la mano del viejo, y lo poco que quedaba de el solo era una silueta gis y fragil,como esas relaciones a punto de terminar, esperando un simple movimiento para convertirse en polvo.
El bar ya estaba cerrando sus puertas y el viejo demoraba el ultimo vaso, lo miraba y lentamente le daba giros con la muñeca. Siempre que hacia eso, lo siguiente que acontecía a esos leves movimientos, eran sus cuestiones, algo que estaba bien adentro, y que como la espuma de la cerveza se iba aclarando con el tiempo.
-yo no se quien le dijo al hombre que debia trabajar para vivir, pibe.
Después de haber disparado esas palabras al aire, se bebio un sorbo de cerveza caliente.
-¿por que decis eso viejo?
-mira pibe, la vida es desiado corta como para desperdiciarla en un trabajo, perder el pelo, dolores de cabeza; haceme caso pibe, todavia estas a tiempo de renunciar a todo esto que te venden. Uno se siente pleno cuando viaja, cuando conoce, cuando tiene aventuras. El hombre se pasa la.vida construyendo una gran torre en la que otro vivirá y sera "feliz", haceme caso, agarra lo que tenes puesto.
Lo miré buscandole la vista, y solo pude divisar sus ojos vacios, mirando a un punto fijo, quizas a sus ausencias, a sus soledades, a los pendientes que hoy le pasaban facturas, me miró a los ojos y ahi lo pude encontrar, tenia una inocencia, una pureza, era él, pasado presente y futuro en esa mirada.
-preguntame si tuviera plata que compraría, preguntame pibe...
-¿para que viejo?
-vos preguntame pibe, y te vas a dar cuenta que vas por la vereda equivocada.
-bueno, si insistis. ¿ si tuvieras toda la guita, que comprarias?
-tiempo pibe, tiempo para disfrutar, eso no vuelve...
Volvió a mirar el vaso y luego se tomó lo que quedaba en el. Pedimos la cuenta, el tipo del bar nos miró cob intención de venir, pero terminé yendo a pagar a la caja. La calle estaba vacía y una leve niebla se habia instalado en cada esquina, la luna estaba muy arriba, casi oculta entre unas nubes, el viejo me miró y sin decir una palabra emprendimos camino hacia su hogar, la primer gota se demoró un rato en caer y luego todas las demas que estaban dormidas se abalanzaron de golpe. No nos importó mojarnos, sabiamos que esa lluvia traeria cosas nuevas...

jueves, 8 de mayo de 2014

Un reflejo

Puedo ver mi rostro estampado en la ventanilla del colectivo.
Desenfocar el mundo al verte en un punto fijo.
La inspiración llueve en diferentes campos, y mi cuerpo extraña esas gotas.
Es curioso como el viento, lleva y trae, todo aquello que transformara cada célula de mi organismo.
Respirar, ser aire y sangre a la misma vez...
Un recuerdo, un perfume. Tu rostro en mi pecho, tu cabello en el aire y ese aire nuevamente dentro mio. Poseerte y respirarte, ser pasado y presente en tu piel...
Despedirme de ti alguna que otra madrugada, tropezar con tu recuerdo en mi canción favorita.
Exhalar(te) y llevarte para siempre en mi...

lunes, 28 de abril de 2014

El viejo

Creo que no aprenderé mas, que los errores los arrastrare hasta las últimas consecuencias. Siento que me estoy ahogando en este lugar, que cada parte de mí se va deteriorando de una manera acelerada. Tengo que dejarlo todo, no sirvo para esto, debo partir, escaparme, romper ese cristal que me rodea y me separa de cada oportunidad.
A veces veo en el espejo el rostro de ese niño que fui, esa infancia de pantalones rotos en las rodillas y siento cierta nostalgia, él era un soñador, un impulsivo, y yo? Y yo donde he quedado?
He vuelto a la madrugada en algún que otro colectivo a la madrugada, con pedazos de mi corazón en mis bolsillos rogando que al llegar todo se pudiera solucionar con algún pegamento. Pero el corazón no funciona así, siempre que se rompe y uno lo vuelve a pegar, nunca vuelve a quedar igual.
He amanecido en camas ajenas con resaca y un sabor amargo en la boca, intentando escapar de ahí sin despertar a la otra persona. Recuerdo que el viejo me decía mientras me cebaba un mate y mirábamos al campo, “pibe, la única razón por la que los arboles más altos del monte son los más altos, es porque han resistido todo tipo de tormentas y climas, vos pibe tenes que tomar al vida así. Todo te va a servir, cuanto más duela, más grato será verlo a la distancia. Hoy el campo esta calmo, la época de cosecha ha terminado, y tu mi hijo, tendrás que entender que todo en la vida se mueve en ciclos, y no siempre los ciclos de la historia serán los mismos que los tuyos, un día despertaras y sentirás que has crecido; así que relájate, equivócate, que para enmendar hay toda una vida por delante”

El viejo siempre tenía las palabras justas, el sabía todo lo que me pasaba en el instante en que me cebaba el primer mate, al caer el atardecer aquellos arboles más altos traían una suave brisa, y creo que de eso hablaba el viejo, aquellos viejos e inmensos arboles no castigaban, solo dejaban pasar una suave brisa que era la mínima y necesaria para arrojar sus semillas. Todo era calmo, todo merecía en ese instante la posibilidad de ser completamente eterno.

viernes, 18 de abril de 2014

Desprolijo y con errores

Abro los ojos, no recuerdo lo mejor que he hecho en mi corta vida. No recuerdo nada, a decir verdad. A veces la memoria me juega ciertas malas pasadas, siento que las hojas de este otoño han dejado a este triste árbol ya bastante débil. He recordado unas palabras, hoy estoy algo ebrio. Siento que lo que escribo no tiene sentido, estoy dando vueltas en la nada misma, esta cerveza todavía atraviesa mis venas, y mi corazón se ha acostumbrado a latir al mismo ritmo para cada situación. Antes, él se precipitaba mucho, pero con los años supo que todo es lo mismo. O por lo menos eso me hace creer, es que hace tanto tiempo que nada vale la pena, que lo único que lo precipita son esos instantes en que voy a toda velocidad dentro de una rampa con mi skate. Tendré que dejar de invadir cuerpos ajenos para no sentirme vacío. Hace dos días ha muerto el Gabo, siento que lo voy a extrañar, siento que el sintió lo que yo siento en este momento de mi vida, he visto indicios en sus palabras, solo que hoy es más difícil hacer algo tan grande como él lo ha hecho, Lei en el diario que la NASA ha descubierto un planeta similar a la tierra, quizás en otro universo hay un chico como yo, medio ebrio escribiendo, quizás ahí el gabo esta naciendo, quizás ahí habre editado mi novela. Extraño esas sensaciones, extraño mirar con anhelo los amaneceres.

Algún día, abriré los ojos, algún día, podré respirar aire fresco de nuevo, algún día leeré mis palabras escritas por las manos de otro. Siento que el sendero se está por dividir y no me queda mucho tiempo para elegir cual camino tomar. Siento, que me alejo, siento que estoy mirando todo fuera de foco. Me iré, y luego volveré convertido en eso que siempre quise ser, en eso que mis letras necesitan…

jueves, 6 de marzo de 2014

El otoño y el vacío

Una hoja se desprendía lentamente de la rama de un árbol de tilo en el parque Lezama. Matías la contemplaba mientras Magali lo miraba distraerse. El viento le daba dirección a la hoja y la acompañaba al encuentro con su lecho de muerte, con el reposo eterno; donde un barrendero, quizás en la mañana siguiente, la despertaría con su escoba y la escoltaría a una pila de hojas secas. Matías, que tenía tantas cosas para pensar, solo pensaba en el trayecto que recorría la hoja y en lo triste que era ese acto. El viento, casi de una manera melódica iba desojando aquel tilo, y la noche se empezaba a filtrar tras sus ramas desnudas.
-¿Qué pensas?
- nada… ¿sabías que los árabes inventaron el número cero para atrapar al vacío?
-¿qué?
-sí, los árabes tenían miedo al vacío. A eso se le llama horror vacui, ellos cargaban todas sus obras de arte para no dejar ni un espacio vacío. A veces siento que la vida se vuelve una obra de arte árabe, como si todo el mundo padeciera horror vacui, la gente le tiene miedo al vacío, al silencio, no saben disfrutar del silencio, porque los hace pensar. Y pensar es dañino, pensar te hace sufrir, te vuelve inseguro, hay gente que habla por hablar, para no tener que soportar el silencio, porque se sienten incomodos frente a otra persona en silencio. Creo que si dos personas pueden soportar el silencio y contemplar una hoja caer en una tarde de otoño, no todo está perdido.
-estas medio loco Matías, sos raro… pero a veces dices cosas interesantes.
Matías hizo una mueca y un gesto con sus hombros que daban a entender de que él era eso, un puñado de palabras y pensamientos, que su cuerpo era la manifestación de sus ambiciones y de sus caprichos. Él podría parecer un hombre grande, un gran adulto responsable, pero estaba un poco cansado de esa imagen, por dentro su niño interior le pedía que se rencontraran y disfrutaran de aquellas viejas vivencias. Todo lo que él era, estaba construido sobre una infancia de tropezones y travesuras. Su aprendizaje fue la vida, la calle, robar choclos a la siesta en campos que quedaban a varios kilómetros de su hogar; trepar árboles, repartir un puñado de mandarinas entre amigos. Él supo que la tierra le ofrecería todo lo que necesitaba, en esas siestas de pueblo. Junto con sus amigos salían en búsqueda de aventuras montados en sus pequeñas bicicletas rodado dieciséis, e inconscientemente a formarse como personas ¿sería la falta de sueño en horas del mediodía aquello que luego lo convertiría en un pequeño soñador?
Se miraron, como hacía tiempo lo venían haciendo y luego se besaron, no sin antes dibujarse el rostro del otro en su memoria, ese momento podía volverse eterno, y quizás lo era, ¿Quién podría juzgar al destino por haber dado en el blanco una vez?
-Maga, ¿sabes…  que un día mirare hacia atrás y recordare esa hoja caer y con ella te recordare. Y también recordare que te conté del terror al vacío, de que tu boca es el cero; y besarte es la única manera de encerrar al vacío, y que en una época yo tuve la clave para burlar al tiempo?
-sos raro Matías, ¿Por qué decís esas cosas?
-porque un día te olvidaras de mí, te olvidaras de la hoja, del parque, pero cuando sientas ese momento incomodo, ese famoso “silencio incómodo” del que hablaban en Pulp Fiction , recordaras que en un momento de tu vida, conociste a alguien que se anticipó a todo eso, y que por tal irreverencia debería pagar con una vida de soledad, una vida de grises eternos, una vida de otoños, pero sobre todo, Maga, entendé que el futuro es siempre mañana y que el pasado acaba de suceder recién. Que siempre viviremos en un eterno presente, espero que me recuerdes, porque el tiempo es traicionero. Mi único consejo, es que pestañees mucho, en cada abrir y cerrar de ojos, el tiempo se habrá ido y cada rayo de luz apareciendo en tu ojo será el nuevo presente…
Después de esas palabras Magali se quedo en silencio y comprendio que Matías nunca supo ver un futuro con nadie, que el tiempo había hecho estragos con su corazón y que nada de lo que dijera en ese momento cambiaria algo. Supo que Matías estaba obsesionado con un pasado que todavía no iba a suceder.

La noche había envuelto a la ciudad en una leve oscuridad, y una suave brisa seguía cometiendo crímenes en cada árbol;  de eso se trataba el otoño, de ellos, de nadie, de una simple hoja meciéndose en el espacio y formando parte de un gran lienzo con miles de figuras, parques, calles y corazones rotos…

jueves, 13 de febrero de 2014

SOLO HAY QUE ESPERAR

El tambor del encendedor giró en un movimiento seco, y en ese milésimo instante, la piedra del tambor genero la chispa y al bajar la guía se liberó la entrada de oxigeno que hizo surgir la llama que luego encendió el cigarrillo de Magali. Ella, siempre que tenía una cita se ponía nerviosa y para relajarse tenía que prender un cigarrillo, exactamente veinte minutos antes de la hora de encuentro pactada con el galán de turno.
Veinte eran los minutos que separaban a Magali de la primavera; su madre le había contado que le faltaron veinte minutos para nacer en primavera, y desde ese instante, en una infancia muy remota, Magali comenzó a marcar sus pasos, y sus actos, con una lectura previa de veinte minutos.
Esa tarde, mientras ella disfrutaba su lucky strike, Matías viajaba en el 37, exactamente por avenida callao, faltaban cerca de veinte minutos para llegar a parque las Heras, y él se limitaba a escuchar música en su iPod y mirar por la ventana, le encantaba recostarse lo máximo posible y mirar hacia los picos de los edificios, amaba ese ángulo. Anthony kidies cantaba una suave melodía y Matías pensaba en ese encuentro, en el encuentro con Magali, él no la conocía, había visto unas fotos, pero sentía intriga hacia su persona, quizás la falta de datos sea a veces el motor de búsqueda de una mujer que no conocemos.
Se habían hablado por chat días atrás, y quedaron en encontrarse en el alto Palermo un jueves de febrero. Matías bajó del colectivo y comenzó a caminar por Coronel Díaz en dirección al shopping, Magali lo esperaba en la entrada de un Starbucks con un cigarrillo en su mano, esa tarde era perfecta, el sol se estaba escondiendo y por unos minutos la ciudad se teñía de naranja hasta que él se ocultara.
Se saludaron un  beso en la mejilla y como quien observa un objeto por primera vez, de reojo se miraban mientras caminaban en dirección al parque, entre un dialogo naif y formalidades buscaron un banco en el extenso verde. Matías la vio por primera vez, la estudio minuciosamente en silencio durante una milésima de segundo, copiando cada rasgo, cada facción de su rostro en su mente.
Ella era hermosa, tenía una mirada transparente, esa mirada de chica que los años la han vuelto un poco precavida, los tropiezos quizás, la volvieron desconfiada. Unos labios finos y delicados acompañaban las palabras que Matías escuchaba, él ya se había perdido en su boca.
Una suave brisa corría y hacia que las hojas de los arboles generan un sonido a lluvia, un perro ladraba a lo lejos y un niño tropezaba con su skate.
-         ¿Todavía sigues descreído del amor? Le pregunto Magali a Matías.
-         Algo así, creo que el amor se presenta cuando no debe, cuando uno cree no necesitarlo, se burla de uno y luego desaparece, te hace entrar y luego se va. Pero bueno si uno quiere ser un buen escritor, debe sufrir, debe ser su obra.
-         No seas tan pesimista, déjame creer que todavía hay algo más allá de los fracasos.
Él la miró unos segundos, y le dijo
-         Una vez mi abuelo me dijo que al amor hay que sentirlo, palparlo y preverlo, cosa que nunca pudo hacer el viejo, porque bien sufrido era.
-         Por?
-         Mi abuela le había roto el corazón una tarde de invierno cuando mi padre tenía 5 años. Ella nunca volvió.
-         Lo siento mucho.
Habían pasado las horas y las charlas y ella tenía que retirarse. Miro el reloj y con la mirada le dijo a él que la cita estaba llegando a su fin, Matías quería besarla, pero la tenía a una distancia no muy amigable para la situación, ella quería besarlo. Comenzó a decirle que el tenía que buscar su destino, encontrar que lo hacía feliz, y mientras ella hablaba, Matías le robo un beso, y comenzaron a besarse.
Después de varios minutos él tuvo que acompañarla a tomar su colectivo, la distancia empezaba a aparecer en su historia, la distancia siempre estaba presente en todos.
Se despidieron con un beso y Matías camino por las Heras en dirección al zoo. La ciudad estaba sumergida en la noche y las luces se adueñaban del paisaje, el viento formaba parte del paisaje, los tilos de la avenida aun despedían sus hojas, y el camión de la basura retiraba las ultimas bolsas; subió al colectivo esperando un mensaje de ella, pero se durmió a las dos cuadras.

Pasaron los días y el viajo a la costa con sus amigos, sus vacaciones estaban terminando, y en algunas noches frente al mar, cuando el viento se hacía presente en su rostro, recordaba ese beso. Quedaron en verse cuando el regresara, y así fue, una tarde, después de sus vacaciones, ella fue a buscarlo a la salida del trabajo, esa tarde la avenida 9 de julio estaba atestada de autos, y de nuevo la brisa del verano se hacía presente en su escenario, ella estaba hermosa, quizás más linda que antes, Matías la observo y luego la abrazo, sintió el impulso, extrañaba esa extraña. Se miraron a los ojos y comenzaron a caminar en dirección al rio, el cielo dibujaba formas con las nubes y el sol volvía a alejarse de la escena. Caminaron por corrientes sin un destino fijo, esa tarde no había apuro, el tiempo se había detenido, todavía quedaba mucho por delante, frente al luna park el volvió a mirarla a los ojos, se besaron y nadie de la gente que pasaba a su alrededor, se percataba de que en esa esquina, en ese instante, comenzaba una nueva historia…

domingo, 2 de febrero de 2014

Musa

Ver tu pelo mecerse en el viento, verte alejándote de mí aquella noche,  ese muelle. El agua golpeaba las rocas, el viento dibujaba cosas con tu pelo, y las estrellas se reflejaban en el mar, recuerdo un piso en las alturas con vista al mar, recuerdo la brisa y la calma, recuerdo…. Todo se aleja.
Un viaje en la noche, un extraño a mi lado, el calor en mi piel, un amanecer en la aduana, no podré olvidarlo todo.
No podré, nadar en esas aguas nuevamente, no podé dejar caer la arena desde mi mano y contar los granos mientras te miro a los ojos. No podré, no seré, no esperaré que todo vuelva a ser igual, no quiero lo mismo, quiero algo mejor, quiero poder mejorar. Siento que la vida no me alcanza para hacer todo lo que quiero. En cada tecleo de mi computador voy dejando todo lo que seré. Un día, un día dejare de repetir palabras, podre crear como antes. Un día tendré el poder de hacerlo grande, de hacer algo muy grande, pero aun así siento que esas paredes serán grises, y que nunca me conformare con nada. Nunca podré tener un pétalo de rosa en mi mano sin sentir que hay uno más lindo en otro lado.
Maldita suerte la del incompleto, voy dejando en el camino las pieles de lo que fui, tardare años en ser completamente entero, para luego volver a derrumbarme, y mudar hacia otro lugar, ¿qué es la vida?, si no eso. Una repetición eterna de nuestra mejor canción y con cada final, un trágico tema de desamor.

Supe que había dejado atrás el pasado cuando pude verte en la lejanía y saber que eras ajena, que nada de todo eso fue real, nada de lo que pasé en mi infancia. He tenido varias vidas, y de cada una saqué lo mejor, y supe apreciar lo peor, supe que cada beso mal dado, cuenta, que cada minuto se vuelve inmortal en la memoria, que a veces hay que descartar recuerdos, porque las estanterías de la memoria están repletas de ti. Supe que si no encuentro a una persona a quien dedicarle el dolor, nunca podre eliminarlo, tú no eres la que todos creen, tú ni siquiera existes, y mañana cuando suene el despertador, habrás desaparecido, y contigo mi inspiración… 

jueves, 23 de enero de 2014

Lluvia

Giro el grifo de la pileta del baño y empapo su rostro con ambas manos, lentamente se erguía mirando fijamente al espejo. En las noches que no podía dormir, él repetía ese ritual hasta encontrar el sueño. pero esa noche, quizás fue la temperatura del agua, quizás fue la fecha, quizás, fue que nunca se despertaba a las 3:30, pero esa noche mientras contemplaba la nada misma en lo profundo del espejo del baño, las gotas recorrían su rostro, al llegar al final golpeaban con resto del agua que había quedado estancada en la pileta. En ese momento, cada gota, golpeando el agua, cada gota, le recordaba la lluvia; aquella lluvia, aquella  noche.
-         Sabes que esta noche no será eterna.
Le dijo ella y exhalo una bocanada de humo
-         flaca. No busco la eternidad, no quiero que esta noche sea eterna, la gente se pasa la vida buscando momentos eternos y sin disfrutar de eso que esta frente a sus narices. Quiero que esta noche dure lo que la lluvia. Esta lluvia, que comenzó hace un rato, pero quiero que termine con tu último beso, con ese beso que será el recuerdo cada vez que llueva, porque, cariño, eso es la eternidad, convertir un momento hermoso, en un recuerdo, transformarlo en un olor, y cada vez que percibas una fragancia similar, poder ser feliz.
La flaca lo miro, él estaba hermoso esa noche, sus ojos brillaban, ella amaba cuando él estaba de buena racha, cuando el alcohol no lo transformaba en un moustro que escupía insultos a todos, en un hombre cerrado que solo hablaba de libros y de cosas que nadie nunca entendería, esa noche él estaba radiante, él podía mirarla e inmortalizar el momento. Él la amaba, pero sus destinos estaban muy lejos, la lluvia siempre fue el medio por el que se movían. Desde esa noche en que el toco su ventana aquella noche, y ella lo vio entre los agujeros de la persiana, esa noche supo que lo amaba, que ese hombre todo mojado y con lágrimas en sus ojos era lo que ella amaría toda su vida.
-         flaca, no estoy en mi mejor racha, estoy muy perdido, por eso quiero que este momento seas vos, seas lo que voy a recordar toda mi vida. Que mediocre que fui cuando creí que eras mía, a veces, no todo sale como uno lo planea, por eso debo irme, ya no quiero que esta ciudad me siga castigando, compre un pasaje a España, sé que nada de esto te sorprende, desde que nos conocemos vengo diciendo que me voy a ir, pues, ha llegado el momento. Recuerdo la película Martin Hache en la que Hache le dice a su padre, que extrañaba las terrazas de Buenos Aires; bueno, flaca, yo voy a extrañar la lluvia, ésta lluvia en particular, la última lluvia que podre recordar, flaca en dos horas sale mi vuelo, lo siento mucho, pero esta era la mejor manera de despedirme de vos, esta era la mejor manera…
Cogió una toalla, y limpio su rostro, miro nuevamente al espejo, la lluvia había cesado. Apago la luz, esa noche volvería a intentar dormir, Madrid le generaba insomnio.

miércoles, 22 de enero de 2014

Find

A veces siento que extraño ese lugar que aún no conocí. En mi mente surgen las eternas ganas de salir corriendo, sin mirar atrás; el viento acariciando mi rostro, los escenarios pasando a mí alrededor, y una meta muy lejana.
Siento que se desmorona todo, siento que estoy flotando en una especie de nube, sin poder pisar fijo, hace casi un año que no veo todo de otra manera, busco y revuelvo en mi interior, pero no logro encontrar más que preguntas. Miles de rostros borrosos, clichés de novelas clásicas, siento… siento, a veces entre mis problemas visuales logro ver con claridad.
Respirar hondo, bien profundo, y exhalar todo lo malo desde adentro. A lo lejos veo un sendero, todavía está muy lejos, mis ojos se llenan de lágrimas, las palabras aparecen en cada disparo. Recuerdo un campo a 75º y una ruta serpenteando las montañas, un pez dentro de un pozo en la arena. El cielo… las nubes, esas que suelo pisar día a día, se ven más lindas desde abajo, ¿Qué hago esperado a que las cosas me sucedan?
Cerré los ojos un atardecer frente al mar y pude ver tu rostro dibujarse en la oscuridad y destellando entre miles de luces y colores dentro de mi mente, vi tu rostro con mucha claridad, vi tu rostro, ahora solo falta….

Encontrarte…