lunes, 8 de octubre de 2012

LA CIUDAD DE LAS DIAGONALES


"la verdad no siempre es real y la realidad no siempre es verdadera"                                                                       H. Murakami


Daban las 4:30 de una tarde soleada en la plata, Felipe se distraía sentado en un parque mirando el vuelo de una paloma, y también se preguntaba regularmente en sus habituales cuelgues de su vida cuando miraba al cielo, “¿por qué habría tantas palomas en esa maldita ciudad?”.
Había ideado una teoría en la cual aseguraba que era culpa de la catedral, ya que el cura se desasía de las hostias viejas y de los panes de las providencia, en el patio de la iglesia y eso alimentaba a las palomas. Juro haber visto al cardenal zabatella arrojando una bolsa con ostias a la plaza central que esta en frente de la catedral una noche en que venia medio subido de copas y le pareció lo mas conveniente ir a mear al centro de la ciudad y sentir el aire ventilar sus partes; así era Felipe un onanista con ataques de nudismo, todo un personaje.
Pero esa tarde a demás de la pregunta que siempre le rondaba en su cabeza Felipe esperaba algo más importante, y ¿por qué en el medio de la ciudad? A él le encantaba andar de trampas en el medio de la ciudad, sentir que alguien lo podía ver, andar perseguido pero tranquilo, un gran dilema. Esa tarde esperaba a Paula, o mejor conocida como “la Paula” por los barras bravas de la hinchada de Racing, en fin, Paula estaba dotada de una belleza privilegiada, rubia (como todas las Paulas), un físico muy bien desarrollado, era de esas minas que cuando vas caminando le estudias hasta el tímpano de la oreja. No pasaba desapercibida y valla a saber uno como Felipe la engancho, y ser compañero de trabajo era lo único que lo acercaba a un minon así. No tenia nada mas para acercarse a ella, pero el flaco ganaba con su carisma, y un día por esas divinas casualidades ella se aceptó un mate, y fue ahí cuando el flaco empezó a largar su sanata esa que le salía mejor, la jugaba de looser, de que nada le salía bien y la chica creía que él era gracioso.



Mate que va mate que viene el pibe logro entrarle en la cabeza y un día ella le pidió un favor, si él sabia cambiar un cuerito de una canilla, porque a ella se le había roto el cuerito de la canilla de la casa y no tenia a quien llamar, y era mitad de mes y un plomero por un cuerito te cobra 40 mangos, así que Felipe que de plomería no sabia un choto pero de remarla sabia un montón le dijo que si. El tenia una ferretería a la vuelta de la casa así que quedo en que el sábado lo compraba en la ferretería y se encontraban el la plaza del centro para ir a su casa a cambiarlo, a él le encantaba que lo vieran caminando con una mina al lado, lo hacia sentir un ganador, por eso tenia tantas amigas, el caminaba con las chicas y era envidia de rugbiers y jugadores de futbol. Así que esa soleada tarde compro el cuerito en la ferretería del tano, extraña esa ferretería en la cual se vendían mas bolsas de cal que cueritos de canillas, esa tarde entro a la ferretería y le dijo al tano que tenia mas cara de puntero que de ferretero, porque eso era un ferretero, y justo ese día se vino a enterar el cuando al entrar y decirle “buenas tardes, ando necesitando un cuerito para una canilla y si la pico de loro mas barata que tengas” y al terminar su discurso y hacer un paneo de la ferretería lo encontró a lucho, su compañero de trabajo, sentado en una banqueta con una mirada fija en una cajita de tarugos.
-¿Qué haces acá vos atorrante? Pregunto Felipe con asombro
Vine a comparar tarugos dijo lucho guiñándole un ojo, y ahí entendió todo, lucho era un falopero de esos que viven en un mundo lisérgico en el cual todo gira en rededor de la blanca perdición. Una tarde de esas en que uno no tiene nada de que hablar en el trabajo lucho le conto que compraba la falopa en una ferretería, a lo cual Felipe respondió con un aire de poca sorpresa “hijos de puta no saben que hacer ya para vender, dentro de poco te van a vender en las funerarias. ¿Que te parece el nombre, funeraria el blanco adiós y una paloma blanca de logo? Te llenas de plata”.
¿Qué se iba a imaginar que la ferretería era la del tano, donde el compraba todo tipo de herramientas para su bici-moto? Pero así era, el tano era un puntero y no había vuelta que darle. Compro el cuerito y una pico de loro china, de las más berretas del mercado.
-son 30 pesos. Dijo el tano con su voz de patovica con carisma.
“¡Pero la puta madre, con treinta pesos me hago una paja y me como un asado!” dijo Felipe citando a un poeta urbano de bares de mala muerte mientras se alejaba caminando de espaldas a lucho y el tano y su universo de ilegalidad, y caminando hacia el centro pensaba en que si hoy ponía seria lo mejor que le pasaría en el mes ya que venia peleado con Macarena, su compañera de cama, hace mas de un mes y aprovecharía para ver las cosas de otra perspectiva, en fin excusas para no sentirse tan culpable.




El reloj de pulsera daba las 4:45 pm y Paula seguía sin aparecer, y el flaco pensaba en que si ella no venia se iba a meter el cuerito y la pico de loro en el orto ya que si volvía a s casa y Macarena lo veía con eso le iba a preguntar para que andaba con eso e iba a tener que hacer alguna maniobra para evadirla porque el no sabia mentir, sabia omitir pero no mentir, era su virtud y su castigo, ya que si le preguntaban respondía con la verdad excepto dentro de unas horas en la que debería inventar una excusa de las mas lindas al decirle que no iba a volver hasta el martes. Miro de nuevo para el sur y ahí la vio venir, venia con una calza gris, unas zapatillas deportivas y una remera con escote en v que dejaba ver una parte de sus imponentes pechos.
-hola! ¿Como estas? ,  perdón por hacerte esperar tanto, es que había ido al gimnasio. Le dijo ella al verlo con la bolsita plástica en la mano.
“no hay drama hace un rato llegue” dijo el, mintiendo descaradamente ya que hacia una hora que estaba ahí espiando al cardenal a ver si salía a tirar las ostias que sobraron del domingo pasado, ese era un fin de semana largo así que tendría que volver el lunes a ver si tiraba las del domingo que venia.
-       Bueno ¿vamos?
-       Dale, subirte! Dijo haciéndose el langa
-       Bueno, pero no me voy a  caer no?
-       Quédate tranquila decime que calles agarro y agárrate fuerte
-       En la calle 3 esquina 43, ¿te ubicas?
-       ¿Cerca de la estación de trenes no?
-       Si.

Salieron por la diagonal 74 y en la rotonda de la plaza Italia giro a la izquierda continuando por la 74 hasta la 43 y doblo a la derecha por la misma hasta encontrarse con la calle 3. Subieron al primer piso del edificio de departamentos y en el 1º b entraron y dejaron atrás la plaza central, el cardenal y sus palomas.Ella le pregunto si le molestaba si se bañaba mientras el arreglaba la canilla, le dijo que no había problema luego de observar que había llave de corte en la cocina, así que lo dejo que hiciera lo suyo mientras se bañaba y se cambiaba. A él le convenía que lo dejara “trabajar” solo ya que de lo poco de plomería que sabía era lo que había visto en YouTube horas antes de venir. Saco la pico de loro y el cuerito de la bolsa plástica y desenrosco la canilla haciendo fuerza hacia un lado con la pico de loro y hacia el otro con la mano, pero se había olvidado de cerrar la llave de paso y al retirar la canilla una catarata de agua a presión salió del agujero bañándolo casi por completo, rápidamente cerro la llave de corte y cambio el cuerito sin problemas.
Al volver de su baño cambiada y con olor a perfume Paula lo vio con la remera empapada y le dijo que se la sacara y la pasaban por el secador de ropa. Así que Felipe mas que contento se saco la remera y espero a que el artefacto hiciera su trabajo, ella comprobó que la canilla estuviera en condiciones y luego le pregunto cuanto le debía y él le dijo que nada, que era un favor de amigos, ella insistió pero él se negó de tal manera que ella le dijo que bueno, que estaba bien, pero que le aceptara una cerveza, el asintió.
Paula saco una cerveza de la heladera, y le sirvió un vaso a él y uno para ella, brindaron y se bebieron el primer vaso en fondo blanco, y se tomaron la cerveza en menos de media hora, ella saco otra mas y siguieron pero esta vez con mas tranquilidad, y a esta altura de la tarde ya eran las 8 de la noche y Felipe estaba mas que “alegre” y en un momento de calentura le dijo:
-¡así no vale! Exijo una compensación
-¿Qué no vale? Pregunto ella con una sonrisa picarona
-que yo estoy sin remera y vos con remera.
-y bueno vos te mojaste todo, no es mi culpa, igual es verdad, que descortés, te tuviera que haber ofrecido alguna remera mía.
-¡mala la actitud! Igual no voy a usar una remera tuya
-tenes razón, bueno me voy a tener que sacar la remera entonces, dijo y se saco la remera quedando en corpiño
-a la pelota!
 Dijo Felipe en un tono entre pícaro y degenerado, mirándole esas dos razones para fingir que la mirabas a los ojos que tenia en el pecho. Y no se aguantó, en ese momento de calentura se le abalanzo a la boca y ella no opuso resistencia, se besaron sobre la alfombra mojada de la cocina y mientras se besaban Felipe le iba quitando la ropa con una desesperación (y claro si una mina así no pasa todos los días) y mientras le besaba su cuerpo y practicaba el arte de la improvisación manoteaba la billetera en la cual tenia aquel viejo forro prime que le había regalado Matías y que nunca había usado porque le había dicho que ese forro solo lo usara cuando se le diera el mejor polvo de su vida. Así que mientras sacaba el forro y con un poco de carpa ya la había desnudado y rompía el envoltorio con los dientes y se lo ponía en su amigo que estaba mas firme que la pico de loro china y procedía a ingresar a aquel cuerpo que no todos podían tener, esta vez le tocaba a él, este día era de él. Durante unos 30 minutos de una intensa batalla el hombre estaba en su punto justo así que en ese momento en el que el hombre piensa mientras esta acabando que el mundo es suyo y que ese cuerpo que esta debajo de él le pertenece, Felipe pensó mientras acababa en que fueron los mejores 30 pesos gastados en su vida.
Se fumaron un faso y hablaron de la vida, que bien que se sentía hablar con una mina en una cama después de una buena performance, nada que ver a aquellos polvos por compromisos que tenia con macarena en esos días en que estaba re podrido de la vida. Hoy era otro hombre, un hombre renovado, de esos que salen a la calle con dos pesos y vuelven con todo en sus bolsillos.
Le propuso hacer una picadita y luego pedir una piza, así que aprovecho el momento para bajar a comparar una cerveza, algunos maníes y entre frituras y salamines se dirigió al teléfono publico de la esquina y la llamo a Macarena y le dijo que estaba en Lanús, en la casa de Matías y que hasta el martes no volvería, “hace lo que quieras” le dijo ella con un tono de superada.
Entro al 1ºb con cara de ganador y comieron la picada, lo hicieron un par de veces más y luego pidieron una piza, ella le dijo que se quedara a dormir. Lo hicieron toda la noche y durante la mañana. Ella preparo el almuerzo y le dijo si quería ir con ella a la cancha. A él no le quedaba otra, así que luego de una siesta se bañaron y se puso la misma ropa que llevaba del día anterior y se dirigieron a la estación de trenes. En la estación de avellaneda bajaron y caminaron unas cuadras siguiendo a la multitud que venia en el mismo tren que ellos, jugaba Racing contra Independiente, el clásico. Ella como era socia y tenia entrada se dirigió a la cola de socios, y el que no entendía nada de futbol, pero esta mina no se la perdía por nada, se fue a la cola de no socios y espero. Supuestamente se encontrarían en el interior, el entro, pero ella no aparecía, pensó en porque mierda aquel día en que caminaba borracho por el centro lo habían robado, todo por ir a ver si ese cardenal salía a tirar ostias viejas. Espero media hora y ella no aparecía así que se metió en la platea y se ubico en un lugar. Miro todo el partido, el cual le había salido 100 pesos y lamentaba con todo su ser. Al terminar el partido salieron primero los de Racing y media hora después saldrían los de Independiente. La busco en la multitud pero no la encontró, así que fue, se subió en el viejo ferrocarril roca con destino a la plata y con tanta mala suerte que el tren estaba repleto por la hinchada de Racing así que con su mejor cara de ñoqui, viajo tranquilo hasta que en la estación Tolosa el desino le jugaría una mala pasada ya que del otro lado del anden estaba el tren que iba a constitución con la barra brava de River dentro de él. Y por esas casualidades de la vida los de River miraron a su derecha y vieron el otro tren con hinchas de Racing y empezaron a agredirse de un tren a otro hasta que uno de los barras saco un revolver y comenzó a disparar hacia el vagón de Felipe. Él se tiro al suelo y el maquinista arranco sin esperar el tiempo que tenia que esperar, llego a la plata y la policía estaba esperándolos en la estación, luego de revisarlo y chequearle los datos lo dejaron ir. Camino hacia el edificio de Paula con una bronca y una sensación horrible en su interior y al doblar la esquina la vio en el balcón con los ojos llorosos gritándole donde se había metido.
Ella se demoro mucho en la cola y al no encontrarlo en la cancha se volvió a la plata pensando q él se había vuelto antes al no encontrarlo salió a buscarlo por las plazas pero seguía sin aparecer, fue a la policía, pero le digieron que recién después de 72 horas de ausencia podía venir a hacer la denuncia. El con la bronca que tenia adentro suyo desato la bici-moto y pedaleo unos metros, le dio una patada a la patada de arranque, miro hacia atrás y en aquel atardecer de diciembre la vio en el balcón, pensó en que su muerte estuvo muy cerca aquella tarde. En la vida en que si aquella tarde moría, le destrozaría el corazón a Macarena, en el fondo él la amaba, era linda la flaca, tenia sus rayes, pero era parte del contrato que había firmado con su boca varios años atrás, una tarde como aquella pero en otra ciudad, en la que no ocurrían cosas tan interesantes como en esta. Pero su corazón le dijo viejo, apretá el acelerador, no mires atrás que si hoy no moriste el destino tiene algo más grande para vos, apretá bien fuerte y seguí.

domingo, 12 de agosto de 2012


A veces pensar demasiado destroza por dentro, uno no puede dejar de pensar.
La cabeza me explota y no encuentro soluciones y pienso y sigo sufriendo por dentro. La constante lucha de luchar contra el espejo y exigirle que te muestre la persona que realmente eres. La soledad a veces se apodera de mi y te veo a un millón de quilómetros, miro el vidrio empañado  escucho la lluvia acompañada de un jazz en mis auriculares y se hace tan difícil sostener las lagrimas…
Respirar hondo y penetrar aun mas hondo en mis pensamientos, tu discutes y yo me ausento, aunque no dices nada puedo oir tus pensamientos y no vale la pena quedarme ahí dentro si ya escuche todo lo que podía escuchar en tu silencio. Bajar caminar un poco, mirar atrás y no poder verte dentro de esos vidrios empañados. Hay cosas que se rompen de a poco y no se arreglan nunca, hay suspiros que son de alivio y hay otros que son por falta de aire. No dejes pasar el tiempo, porque el tiempo nos pasa por encima…
El amor… el amor… ¿para que echarle la culpa a el?
Hay dias que me levanto con mis fantasmas en mi cama, y hay otros en que ni ellos me hacen companía. Ya me cuestan tanto los remates que no puedo terminar mis frases, miro la cama, vuelvo la cabeza frente a esta pantalla y siento que te debo unas palabras. El maneki- neko ya no hace ruido y el negro me dice cosas sobre el amor y el olvido, suspiro.
El reloj digital da exactamente las 5:00 am y pienso en el pasado y pienso si en realidad estoy enojado, miro la cama y creo que ya me esta llamando; intento releer líneas posteriores y me vuelvo a perder, miro de nuevo la cama y espero que estes ahí, ire a dormir dejare que la noche me abrase y que cerca de el horario en el que antes empezaba mi dia, hoy termine. Te llevo conmigo a la cama y espero que sea ese el momento perfecto para decirte, susurrarte al oído bien despacito, casi sin despegar los labios…
….
…..
Te amo…

miércoles, 1 de agosto de 2012

nada...


Apreté los dientes para no disparar más palabras, la mire…
“Siempre lo mismo con vos” le dije. Ella me miro  siguió hundida en sus pensamientos. Siempre fue difícil descifrar donde estaba cuando ella se metía para adentro, que mares navegaría en lo profundo de su mente. Que difícil que era lidiar con ella.
Nunca podremos entendernos, estamos en otra sintonía, los meses pasan  y el tiempo hace su trabajo, no se bien si escribo por ella o para ella. No me importa que lo que escriba no tenga sentido,  esa maldita sensación de vivir con un vacío en el pecho vuelve a surguir desde mi interior.
Hoy no estoy para nadie, no estoy para nada, no quiero que me entiendan y no pretendo deslumbrar a nadie, esta puta acidez que me recuerda que uno nunca se termina de curar del todo de cada cosa que le pasa. Es imposible escapar a las metáforas, es imposible también no ser un idiota en algunos momentos.
Que fácil que es tropezar dos veces con la misma piedra, somos muy imperfectos. 

martes, 19 de junio de 2012

Take It or Leave It


Estaba Matías tan tranquilo en sus cuestiones existenciales aquel primer día de clases, cuando finalmente la vio entrar y en ese momento se le fueron a la mierda sus dudas, porque ella, era despampanante, tenía algo que lo atraía con locura, desde el primer momento en que la vio, había tantas mujeres en el aula pero a él lo deslumbro ella.
No sabía cómo hablarle o como llamar la atención para que ella se fijara en él. Pero este no era un gran problema para Matías ya que él estaba de novio y no le interesaba en lo mínimo ser un galán dentro de su carrera, aunque siempre la miraba, día a día la miraba y no sabía cómo atraerla, con el correr de los días Matías se iba fijando mas en ella, hasta que un día consiguió hablarle, accidentalmente, como quien quiere la ocasión pero se hace el indiferente, el se había perdido un apunte y aprovecho la ocasión para hablarle y preguntarle su nombre.
-Clara me llamo, le respondió ella, con una sonrisa muy amigable.
-Matías, un gusto!                                                                                         
Y así empezó de a poco a saludarla día a día, semana a semana iba teniendo algunas charlas, se juntaba a hacer trabajos prácticos con ella, de a poco se iba enamorando. Pero había un gran problema, Matías seguía de novio, y el no tenía ninguna excusa para hacer lo que estaba haciendo, el estaba muy enamorado de su novia, pero esta chica lo estaba atrayendo demasiado. A veces el amor es así, tira su flecha dos veces a una misma persona y genera conflictos, y en definitiva esto le pasaba a Matías, estaba enamorándose de otra persona mientras amaba a su novia.
Un viernes coincidieron entre compañeros de su clase en ir a tomar algo a un bar que quedaba a la vuelta de su facultad, Matías no tenía nada que hacer ese viernes y clara por lo visto también, así q fueron todos al bar, la noche empezó muy tranquila y con el correr de las horas se fueron yendo de a poco todos con una borrachera que prefirieron no recordar, Matías quedo ultimo con clara, y ahí tuvo la oportunidad de poder conocerla un poco, ella sabía que el tenia novia, y el sabia que ella lo sabía, así que fue muy cauteloso en el uso de sus palabras. Hablaron de diversos temas, hablaron del amor, de libros, de música y de cosas que le gustaría hacer a cada uno, Matías se iba fascinando cada vez más en el parecido que tenia ella con él y en la cantidad de cosas que coincidía, pero a su vez pensaba en su novia, en lo que la amaba y en que no debía actuar de esa manera.
Pero el tiempo hiso de las suyas y Matías empezó a atraerle a clara y en la charla empezó a haber un tinte de seducción de parte de ambos. Eran las 5 am y cada uno tenía que partir a su hogar, salieron del bar y Matías la acompaño a la parada y mientras ella esperaba el colectivo Matías la beso, fue un segundo, pero sintió como en su cuerpo todo se estremecía y como su corazón empezaba a latir más fuerte, ella respondió muy suavemente al beso pero luego se aparto. Subió al colectivo y se alejo con el último vestigio de fidelidad de Matías, en ese colectivo de la línea 26 se iba el amor que tenia Matías por su novia, se iba todo y también se iba el amor que llegaba, y el que lo tendría semanas con la cabeza en las nubes.
Matías fue a tomar su colectivo y en el viaje de vuelta empezó a pensar y a cuestionarse sobre el amor, y que era realmente lo que estaba pasando. Estaba sentado en los asientos para dos personas ya que no había nadie en el colectivo a esa hora y podía darse el gusto de sentarse en un asiento para dos y no compartirlo con nadie. Viajaba con la ventanilla abierta y se ve que el viento empezó a pegarle mal y el alcohol surtió efecto en su persona.
Una fuerte hybris empezó a emerger de su interior, y empezó a maldecir al amor; maldito eres amor, maldito donde andas tirando flechas que viniste a pegarle dos a la misma persona? Maldito ebrio amor, te odio porque me has inducido a la infidelidad, demasiado tengo con un amor, como para que me vengas a flecharme con otro, que será de mi?, que será de lo que creía que estaba bien?, quien defenderá mi causa si nadie me entendería?... en el momento en que Matías seguía maldiciendo, un gordo señor de actitud grotesca, con una remera blanca con una estampa que decía DON AMOR en su pecho, medio pelado y sin dientes, y con un pantalón jaspeado de corderoy marrón, DON AMOR, o como se llamase le dijo al oírlo maldecir tanto.
-¿Quién te crees tú para cuestionar al amor?
Matías lo miro con un aire sobrador, de pies a cabeza y con un aire irónico le dijo:
-y a ti que te importa gordo asqueroso, ¿quien sos vos para cuestionar mis cuestiones?
-yo soy Cupido, o lo que quedo de él, como veras el tiempo no fue generoso conmigo, ni la gente, en este planeta no están preparados para semejante pureza, el amor es eso, pureza y no mariposas en el estomago manga de ignorantes!
- ¿así que vos sos Cupido? Le dijo Matías mirándolo con un aire irónico
- y a ver decime si sos realmente Cupido, ¿Por qué hay tanta gente sufriendo por amor y vos andas haciéndote el filosófico en un colectivo de la línea 37?
-mira pibe, yo ya tengo muchos años y estoy bastante cansado, yo antes hacia las cosas de corazón, pero valla a saber uno porque me mandaron a la argentina, el país más desagradecido al amor que existe, acá todos se cagan, desde Gardel, yo vi pasar a románticos de gran talla por mi arco, pero acá el argentino está acostumbrado a desvalorizar lo que tiene al lado, y cambia de amor, como cambia de ropa, yo gaste muchas flechas al pedo si el argentino es sufridor por naturaleza, le gusta sufrir y hacer sufrir, y con esta crisis pibe ya no tengo tanta puntería y tantas flechas para gastar, y me aparecí al lado tuyo porque siento que tengo la obligación de darte una mano, o por lo menos pedirte perdón. Yo te tire dos flechas sin querer, perdóname querido es lo único que puedo hacer por vos, pedirte perdón.
-supongamos que lo que decís es verdad y que sos Cupido, ¿Por qué mierda me venís a pegar dos veces? ¿Ahora yo que hago?, no me vengas que lo único que podes hacer es pedirme perdón. Alguna solución me tenes que dar, yo me enamore de una persona cuando yo ya estaba enamorado de otra. ¿No se puede sacar una flecha de las dos?
-me temo que no…
-¿vos me estas cargando?
-no, es la pura verdad. Una vez que la flecha sale de mi arco y atraviesa el corazón de una persona nada puede sacarla. Lo que pasa es que vos justo te cruzaste en mi camino ese día, y estabas de espalda, me sobraba una flecha y estaba medio pasado de copas, y no pensé y tire, ¿o acaso uno no se puede equivocar?, errar es humano eso está claro, pero acertar dos veces en un mismo blanco, eso sí es obra divina, una mala leche divina tengo yo, ah y perdona mi lenguaje viejo, es que el argentino es tan dañino para los demás que les deforma el idioma, yo vine hablando un romancero impecable y termine hablando lunfardo en la década del 20, yo me había hecho muy amigo de Carlitos, y nuestra amistad surgió porque él se avivo cuando yo lo estaba por flechar y se corrió justo cuando largue la flecha y me dijo, vos a mi no me vas a pegar con tus flechas, yo me enamoro de quien quiero y me desenamoro cuando quiero! Y bueno desde ese momento cada vez que lo iba a flechar el me esquivaba e iba actuando de Cupido sobre mi flecha porque cada vez que le erraba a él la persona que estaba a su lado era víctima de mi flecha, así que con el correr de los años desistí y una noche en el bar El Progreso del barrio de Barracas hable con él y llegamos a un acuerdo, el me regalaría las mejores canciones de su vida y yo no lo flecharía, y así fuimos teniendo una linda amistad, hasta aquel maldito lunes de 1935 cuando Carlos tubo ese accidente aéreo en Colombia y el dejo este mundo para irse a otro lugar a seguir cantando.
El era mi único amigo, pibe es triste hasta para Cupido perder un amigo (Cupido se volvió completamente humano y débil frente a la mirada de Matías, sus rasgos de hombre cansado, que ha vivido mucho y sufrido demasiado salieron a relucir en ese momento)
-¿vos estuviste enamorado alguna vez? Le pregunto Matías con un aire de respeto, en ese momento Matías sabia que realmente ese hombre no le mentía.
-no pibe, uno no puede probar lo que fomenta y lo que vende, yo vine acá a enamorar al mundo y a mí nadie me enamoro…
-lo siento mucho. Dijo Matías y ya se había olvidado de su infortunio, realmente el sentía pena por ese pobre hombre, o lo que fuese.
-no pasa nada pibe quédate tranquilo que a mí los años ya me pesan demasiado como para preocuparme por eso. A veces uno está cansado, ¿como no queres que andén tantos desenamorados sueltos si soy el único que puede hacer lo posible para que eso se revierta?
Tenes razón en estar enojado Matías, pero es la primera vez que me equivoco y por eso sentí la obligación de venir a decírtelo, después de la muerte de Carlitos se me fueron las ganas de charlar con las personas. Pero lo tuyo es una ocasión especial, así que te pido perdón, y el único consejo que te puedo dar es que hagas lo que te dicta tu corazón que mal he flechado yo a la segunda vez, o capas que bien, pensá en eso, el tiempo ayuda pibe, y capas que yo le pegue mal en la primera y bien en la segunda, averígualo vos, eso solo te puedo decir, mas información no te puedo dar.
-espera…  dijo Matías y Cupido a había desaparecido y él se había pasado de la estación de Lanús.
El se quedo con más preguntas que respuestas, uno nunca sabe cuando la vida lo va a sorprender de esta manera, nadie le creería que el mismo Cupido se le había aparecido, nadie le creería nada a un ebrio enamorado. Llego a su casa y se acostó,






 Cuando se despertó su novia estaba allí esperándolo para almorzar, se había olvidado de que había arreglado que ella venia a almorzar el sábado al medio día.
-hola amor. Le dijo ella en un tono muy tierno, y Matías que sentía que la cabeza se le explotaba por la resaca que tenia, le respondió con una vos gruesa y gastada.
-hola bonita, ¿como estas?
-bien ¿y vos? ¿Cómo estás? ¿Cómo te fue ayer con tus compañeros?
Y en ese momento a Matías le empezaron a proyectársele imágenes de la noche anterior, y del beso con clara, y de la charla con ese extraño hombre que decía ser Cupido.
-bien, bien. Estuvo lindo, me cague de risa.
-que bueno! Dijo ella y le dijo que se levantara que ya era la hora de almorzar.
Matías se levanto lavo su cara, los dientes y se dijo que tenía que tomar una decisión, estaba pensando en clara, en el beso que le había dado. Se sentó en la mesa, almorzó y le dijo a su novia que tenia sueño que si podían dormir la siesta, ella dijo que si sin ningún problema y se acostaron. Se despertaron alrededor de las 6pm y merendaron, el estaba muy callado y por suerte ella estaba media dormida como para preguntarle si le pasaba algo.
Merendaron y a las 8pm decidió acompañarla a su casa, tomaron un colectivo y a la hora y media ya estaban en su casa, aprovecho que estaban los padres de ella así que se puso a hablar con su madre sobre libros y así no tuvo que estar con su novia y sentirse con la obligación de decirle que algo andaba mal en el. Con el correr de las horas terminaron ellos solos en el cuarto de ella y en un momento ella notó que él estaba raro y le pregunto:
-¿Qué te pasa Matías? , estas raro
-nada me pasa Laura, nada, estoy cansado, nada más.
- a mi me parece que no, que algo ocultas estuviste todo el día raro, nunca hablas con mi vieja y hoy estuviste más de dos horas hablándole de libros.
-si siempre hablo con tu vieja, es la única que lee en tu familia, no me pasa nada, no busques problemas donde no los hay.
-yo no busco problemas Matías, pero se nota que estas raro, ¿me vas a decir o te vas a quedar de espaldas haciéndote el que estas cansado?
-es al pedo que te lo diga, si no me vas a entender y tampoco me vas a creer.
-como no te voy a creer y no te voy a entender amor, contame, dale no seas malo, estoy para ayudarte (ella sabia el gran defecto de Matías, que cedía bajo presión y terminaba contando todo)
-bueno te voy a contar, pero no te enojes, no es mi culpa. A ver ¿como empezar? , estoy enamorado de vos y de otra persona a la misma ves, ayer la bese y sinceramente sentí lo mismo que siento con vos, me enamore Laura, aunque no me entiendas, y después cuando volvía a casa en el colectivo, se me apareció Cupido, y me dijo que había cometido un error y que me había flechado dos veces, y que no podía hacer nada al respecto.
-¿vos te crees que yo me voy a creer eso de Cupido? ¿Me engañaste Matías, vos me estas cargando? Decime que no es verdad Matías, Matías háblame, decime que es un chiste Matías.
-lamentablemente es verdad Laura, pero yo te amo.
-que me vas a amar, si me acabas de decir que estuviste con otra piba y encima me decís que se te apareció Cupido, no tenés cara, ándate de acá, no te quiero ver.
-yo te dije que no lo ibas a entender, perdón.
-ándate Matías, no te quiero ver más.
Y Matías salió por la puerta de la casa de Laura, esa madrugada del domingo sin rumbo, se fue con lagrimas en los ojos, tomo el colectivo de regreso a su casa y deseando que Cupido apareciera volvió a sentarse en un asiento para dos, pero no tuvo suerte, Cupido ya no estaba de su lado, el ya había tomado una decisión y tenía que seguir su vida en base a ese error.
Llego a su casa devastado se acostó a dormir pensando en clara y en Laura, en clara y en Laura, ellas dos le daban vueltas en la cabeza hasta que logro conciliar el sueño. Soñó que tenía 80 años y le contaba a su nieto sobre la vez que Cupido se le había aparecido en el colectivo. El sueño era tan real, que creyó que era verdad, pero no podía recordar que era lo que pasaba luego, en el sueño le contaba a su nieto lo de Cupido y luego todo se tornaba difuso y borroso y otras imágenes se sumergían en el.

Despertó con la necesidad de ver a clara, se acordó de esa hoja que hicieron circular todos a principio de año en el aula, donde estaban los nombres de cada uno y sus respectivos teléfonos, busco la hoja, encontró su número y la llamo.
-¿hola? ¿Quién habla? Dijo ella por el otro lado del teléfono, con esa voz que lo seducía tanto a él.
-soy Matías…
-ah, hola, ¿como estas?
-bien, perdona que te llame, pero no me aguantaba, saque tu numero de esa hoja en la que anotamos nuestros nombres con los números de teléfono a principio de año.
-ahh, esa hoja, ya me había olvidado, no hay problema, soy bastante colgada en ese sentido y me olvido de las cosas.
-emmm, te llamaba para decirte si nos podíamos ver hoy ¿un rato?
-mmmm, déjame pensar, (no se oía nada del otro lado del teléfono, se ve que ella estaba pensándolo de enserio), dale! ¿A qué hora?
-genial, tipo 6 de la tarde ¿te parece?
.sí, pero ¿en dónde?
. No sé, por caballito, ¿te parece, ahí en parque centenario?
-dale, bueno nos vemos ahí entonces.
-chau, beso
-besito, hasta más tarde.
Ella corto el teléfono  y el estaba más que contento, se levanto, se baño y arranco para capital, iba en busca de su destino, iba a ver si Cupido le había acertado de enserio en esta flecha o si solo era un efecto de la borrachera esa aparición. Tomo el colectivo 112 en la estación de Lanús y en el viaje de ida no dejo de pensar en las ganas de besarla que tenia, y de decirle que ella podría llegar a ser el amor de su vida, bajo del colectivo y camino unos metros por el parque y ahí estaba ella esperándolo, tan bella como siempre, con un vestido floreado y una mirada entre ansiosa y distraída se desprendida de su mirada, era una hermosa tarde de primavera y Matías tenía todas las de ganar en este día. El viento traía un perfume hermoso y era el momento perfecto para comenzar una nueva historia.

domingo, 1 de enero de 2012

No es el día para despedirse del año, pero por lo menos para irse alejando del anterior amanecer

No sé porque en realidad comencé con este blog, o capas si se, nunca supe definir la puntación, los acentos, las comas. Nunca supe que iba antes de que, horrores gramáticos fueron mis escritos, pero todos decían vos tenes algo, me gusta lo que escribís, nunca nadie me corrigió mucho en la vida, será por eso que soy bastante como desordenado, disparatado y desprolijo. Nunca supe definir bien las líneas que marcaban las grandes pautas de la vida, ahora con unos años más y muchas lagañas en la pileta de mi baño, doy una repasada a los últimos meses, años en realidad no se a que.
El año pasado me dejo varias cosas, se llevo varias también, hay cosas que nunca van a cambiar por eso mismo tienen que irse, por eso mismo hoy escribo y no me pesa el pensar que ya no todo es igual. He visto amaneceres en ti cuando no quería pensar en nada. Siempre es fácil reprocharse cuando uno mira hacia atrás. Roce el amanecer luego de haber borrado mi memoria, muchas veces pensé en irme lejos, muchas cosas rondan mi cabeza cuando me congelo frente a vos.
No sé si todo me lleva a vos, o solo quiero que las letras que aparecen escriban tu nombre, y me arrastren hasta un sitio en el que tu solo puedes encontrarme. Yo pensé que el amor nunca iría de la mano mía, nunca pensé que tenerte tan lejos me acercaría tanto a vos y que al verte un abrazo tuyo podría ser tan reconfortador.
“Dicen que el que escribe su mal espanta” dice una canción, yo creo que escribir me acerca más a vos, me hace sentirte más cerca, hace que pueda ordenarte en mis ideas, ya que mi cabeza es un completo desorden. Quizás cuando empecé este blog no supiese de tu existencia, pero ahora todo lo que concierne a estas paredes de papel está relacionado con vos.
No puedo cerrar los ojos y no verte, no puedo despistarme cada vez que voy a verte.
No puedo no hablar de ti cuando hablo de mí.
Es loco como cambian las cosas, a veces creo que las cosas pasan para que yo las haga ficción, tengo un puñado de amigos que son dignos de un cuento, tengo un tío que podría ser la mejor obra contada, pero no me puedo desprender de la realidad y mostrarle al mundo como son sería una traición, o todavía por lo menos, no puedo verlo de otra manera.
Hay personas que se quedan en uno de a pedazos, quizás eso sea la eternidad. Tal vez tu estés mirando las estrellas a quilómetros de mi, y yo este mirando estas letras aparecer en mi monitor pensando en ti, quizás tenga que aprender de la distancia. Quizás algún día este más cerca de ti que de la luna.
Siempre me alejo de lo que más quiero para observarlo desde a fuera, es muy riesgoso eso, hay veces que alejarse tanto para darse otra perspectiva termina dándote eso, dándote soledad y sabiduría, ¿pero de qué sirve la sabiduría del que esta solo si no tiene con quien compartirla? Un hombre no puede vivir de palabras escritas en papeles cocidos con dos tapas y un dibujo debajo de un titulo.
Nunca quise soltar tu mano, ni darte la espalda, pero son muchas las veces que lo he hecho, también he bajado de colectivos a mitad de camino para abrazarte y asegurarme de que valió la pena bajarme y volver atrás. He viajado horas y quilómetros, para tan solo estar menos horas de las que viaje, y volver abrazado a vos en el asiento trasero de un coche a toda velocidad por panamericana viendo el mundo pasar a menor velocidad que nosotros, he caminado enojado varios quilómetros pensando en dejarte y he tocado tu rostro y me he convencido de que eso sería una locura, quiero despertar al lado tuyo nuevamente y abrazarte una vez más antes de irme al trabajo. Quiero un cielo con estrellas y vos a mi lado. Quiero que tu pelo se quede en mi ropa y reencontrarte cada vez que me ponga una prenda diferente.
Quiero tropezar y encontrarte en el piso esperándome para hacerme olvidar de que todos tropiezan y que caen en grandes pozos sin salida, quiero que conozcas esas partes de mi que son herméticas, poco a poco el tiempo te va dando dosis de mi, y cada día que te miro me voy encontrando en ti, espero que los años me den la picardía de poder tenerte susurrándome al oído esas palabras que son tan comunes pero que en tu voz suenan grandiosas y especiales…