miércoles, 1 de agosto de 2012

nada...


Apreté los dientes para no disparar más palabras, la mire…
“Siempre lo mismo con vos” le dije. Ella me miro  siguió hundida en sus pensamientos. Siempre fue difícil descifrar donde estaba cuando ella se metía para adentro, que mares navegaría en lo profundo de su mente. Que difícil que era lidiar con ella.
Nunca podremos entendernos, estamos en otra sintonía, los meses pasan  y el tiempo hace su trabajo, no se bien si escribo por ella o para ella. No me importa que lo que escriba no tenga sentido,  esa maldita sensación de vivir con un vacío en el pecho vuelve a surguir desde mi interior.
Hoy no estoy para nadie, no estoy para nada, no quiero que me entiendan y no pretendo deslumbrar a nadie, esta puta acidez que me recuerda que uno nunca se termina de curar del todo de cada cosa que le pasa. Es imposible escapar a las metáforas, es imposible también no ser un idiota en algunos momentos.
Que fácil que es tropezar dos veces con la misma piedra, somos muy imperfectos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario