lunes, 25 de noviembre de 2013

Eterno

La oscuridad gobernaba el cuarto de Matías. El dormía, o eso fingía. Su día había sido terrible, y en la noche era cuando todo empezaba a resurgir. En la noche pensaba en clara, en esa “figurita difícil” quizás eso era lo que hacía que él se interesara tanto en ella, la imposibilidad de tenerla; como en su infancia, la figurita que nadie tenía. Aquel trozo de papel con un dibujo que les faltaba a todos para completar el álbum. Pensaba en eso, aquella noche entre sabanas, y en ese momento le surgió una pregunta; ¿Quién determinaba cual era la figurita difícil, y por qué?
Era algo que en su infancia nunca se le había cruzado en la cabeza, quizás porque no tenía la capacidad para comprender que hay veces en que los acontecimientos exceden a la razón, y ahora de grande, con un par de años y de golpes en la vida, recostado sobre la cama de su infancia,  pensaba en algo similar, pensaba en algo que no podía tener, algo que le faltaba. Pero también pensaba en el (¿Por qué?), desde su infancia tenia a alguien encargado de escoger a su figurita difícil, y de mostrársela, pero por más que comprara todos los paquetes de figuritas del kiosco esa figurita no apareciera.
Quizás esa estrategia de mercado delimito la forma de percibir las cosas en su vida, a alguien se le ocurrió la brillante idea de escoger una de todas las figuras del álbum y decir que esa sería la “difícil”. Y que por cada millón de las otras, solo saldría una de estas y así los niños se verían obligados a pasar por el kiosco una y otra vez para entregarse al farsa de un supuesto “azar “ en el cual solo verían más de lo mismo, e incluso la gran mayoría de ellos renunciaría a la búsqueda después de varios meses de fracasos, quizás las corporaciones de figuritas han hecho de nosotros unos seres consumistas y pesimistas, dándonos falsas esperanzas de que algún día podríamos llegar a completar un álbum el cual, todos sabemos pocas veces ha sido logrado. Hemos encarado la vida “adulta” de esa manera, pensando en que después de  mucho esfuerzo esa figurita tan solo sería una utopía, algo idealizado, que el amor tan solo es una costumbre de las personas al verse corrompidas por el fantasma de la ausente e imposible figurita. Matías se veía enredado en estas terribles conjeturas, es increíble como una mujer nos quita el sueño, como nos enaltece y nos deja por el piso con tan solo su atención o indiferencia.
Hacía ya más de un año que él no veía a Clara, recordaba su cabello, su boca, esa indiferente forma de nombrar las cosas que le gustaban.
Ella enumeraba cada uno de sus besos, y luego le mandaba un mensaje a él diciéndole que el beso trecientosuno había sido más lindo que el beso cuarentaytres. Hablaba de Oscar Wilde muy a menudo, y siempre le llevaba un chocolate águila semi amargo, y un saquito de té Earl grey TWININGS  porque sabía que era su preferido. Leían en la plaza de congreso y luego cada uno seguía con su vida. hasta que un día Matías tuvo la brillante idea de “confundirse”, de decirle a ella que él no podía seguir avanzando, que se sentía perdido, que la quiera, pero que él se sentía como Bukowski, que una chica como ella se merecía algo mejor, y fue así. Clara cerró su corazón y se alejó bajo los aleros de la avenida Rivadavia en sentido al oeste, ese día llovía y Matías no caía en la cuenta de que en cada paso y cada minuto se alejaba el amor de su vida. Pero él era demasiado torpe en ese momento para comprenderlo. Es extraño cómo funciona el ser humano, reacciona mediante la ausencia, cuando uno lo tiene se siente ahogado, y cuando no lo tiene siente que le falta un trozo de sí. El amor era el karma de Matías, él era un especialista en el fracaso de este deporte.
Esa noche estaba muy perturbado, y tuvo que despertarse, la imagen de Clara alejándose aquella tarde, se había hecho recurrente en los sueños de Matías. Se levantó de la cama y se dirigió a la heladera, en medio de la noche esquivando cada uno de los obstáculos hasta llegar. Es muy loco como uno conoce su casa de memoria al punto de poder salir de su cama en medio de la oscuridad de la noche y llegar a la heladera sin chocarse nada. Abrió la heladera  y saco una botella de agua, cogió un vaso del aparador y se sentó a contemplar la luna que entraba por la claraboya de la cocina. Desenrosco la tapa de la botella con lentitud y mientras vertía agua en el vaso, jugaba con la tapa en su otra mano. Ese estilo de tapa le recordaba a su infancia, a esas tapas de Gatorade que hacían ruidito y eran tan llamativas. Matías pensaba mucho en su infancia, y siempre se preguntaba si esta había sido tan placentera como la recordaba, o si tan solo la ausencia de ésta generaba la idealización de una infancia memorable.

Nunca sería feliz si no se desprendía del pensamiento, nunca sería feliz si no dejaba de ver las cosas de afuera aun cuando lo estaba viviendo en ese preciso momento. Sentado en aquella mesa en medio de la madrugada con el reflejo de la luna en el vaso de agua. él pensaba en que la vida se parecía a un tango que nunca había escuchado, pero que le sonaba familiar cada instante en que sentía que estaba perdiendo las riendas, en ese instante se sentía vivo, en ese instante las figuritas no importaban, en ese instante su mente se aclaraba y veía todo con mayor amplitud, veía en ese instante, se veía a él caminando tras un sueño borroso con una melodía triste de fondo, se veía sobre una calle empedrada pateando una tapita de gaseosa en medio de la noche, bajo una ciudad gris e indiferente, se veía,  quizás, eterno.

domingo, 17 de noviembre de 2013

improvisando

No pensar, no estar, no soñar
Extrañar, te
Dejar el tiempo atrás dejar de verte en la borra del café
Caminar las calles sin una mano en mi mano,
Caminar la vida sin una mirada a mi lado.
Sexo y acido, humo dulce y las noches en vano
Reclamarle coherencia a una cama vacia con una persona a mi lado.
Creerme las mentiras que yo mismo me he inventado
Dar los pasos hacia atrás para poder sentirte unos instantes entre mis brazos,
Desaparecerte, una mañana, un boleto de avión, un beso en el cheek-in
Una letra de canción bajo tu almohada, ahí cerca de tus sueños, ahí cerca…
Desorientado, sin un rumbo, solo palpitaciones de que el camino cada vez se ve mas borroso,
Un futuro viaje se gesta, un futuro que se me queda a cuestas.

Cerrar los ojos frente a ti y calcar tu rostro con mis ojos cerrados para luego verte en mi mente cada noche, cada vez que el miedo me impulse a cerrar mis ojos, cada vez que piense en algo, cada vez que busque una razón, ahí estaras, dibujada en mi mente, dibujada para decirme que no todo ha acabado.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Fragmentos #1-12

Matias subio al colectivo, la ciudad cesaba su actividad lentamente. Sacó boleto y se ubicó en un asiento individual y estampó su frente contra el frio ventanal, necesitaba enfriar sus ideas, el echo de haber perdido su oportunidad, habia tantas cosas que le quedaron pendientes. Afuera llovia lentamente y el vidrio del colectivo se iba impregnando lentamente con gotas formado una especie de cielo estrellado, el cual Matias contemplaba con cierta dejadez. Siempre los colectivos, siempre de noche, parecia que estaba destinado a las perdidas. Pensaba en aquellas palabras que le habia dicho el viejo un dia mientras le preparaba para la merienda una leche con chocolate rallado. "Pibe, al amor hay que entrarle como a un chocolate. Primero saborearlo lentamente y luego retenerlo, lo mas que uno puede en el paladar para nunca olvidarse su sabor". Pensó en que todavía le quedaba un sabor de aquel viejo amor, y se preguntaba si todo iba a seguir de esa manera. Faltaba poco para llegar, habia refrescado y el colectivo estaba completamente vacío. Se subió el cierre de la campera hasta el cuello y volvio a contemplar el mundo exterior, sabia que al bajar del colectivo el mundo volveria a girar. Cogio su mochila y bajó del colectivo, habia llegado a destino.

sábado, 17 de agosto de 2013

(…)




(...)
-    -      Yo siempre dije que hay que tener el corazón dividido en dos, una mitad blanda y la otra de roca. La mitad blanda se la entregas a la persona que amas y la otra mitad la mantenes para cuando esa persona te decepciona.
-     -     ¿Pero entonces me decís que nunca se puede ser completamente feliz?
-      -    Exactamente, uno es feliz a medias, nunca sos feliz completamente, nunca podes separar el corazón de la mente, nunca podes entregarte completamente, “mira pibe: te acordas esa vez que te pusiste de novio con Tamara, allá por el 2006?”
-       -   Si, ¿qué pasa?
-          Bueno, vos estabas feliz, pero en el fondo sentías que algo faltaba, que no alcanzaba, que te faltaban ganas, o algo así me dijiste una noche mientras nos tomábamos una ginebra.
-        -  Si, tenes razón, pero que tiene que ver eso, yo estaba enamorado
-        - Estabas enamorado pibe, pero esa parte que faltaba, esa parte que tenía dudas, siempre está, y siempre va a pujar por tener el lugar completo en tu corazón.
-       -   No se viejo, vos estas medio quemado, me parece que usas tus malas experiencias para darme consejos que solo te podrían haber servido a vos, pero que ya no sirven, es como jugar a un juego y morir y luego darle continuar y hacer las cosas bien y ganar el juego, la vida es algo similar, pero no del todo acá las cosas que no hicimos bien con una persona rara vez se pueden remendar con esa misma.
-           
La noche estaba en su punto más alto, una luna mal dibujada se dejaba ver en un vidrio empañado. El viejo lo miro y comprendió que Matías había crecido, que ya no era un niño y que había sufrido y aprendido. Largó un gran suspiro, agarro la botella, sirvió un poco de wiski en cada vaso. Volvió a mirar a Matías, alzo un vaso en el aire y lo invito con su mirada a un brindis.
Por el amor y sus fracasos, por los tuyos y los míos pibe, por nosotros, SALUD!

martes, 18 de junio de 2013

Entre rios y san juan

Se miraban por el reflejo de la ventanilla del colectivo,  Matias iba sentado un asiento mas adelante que ella, se observaban de reojo, como quien quiere mirar pero no quiere que lo descubran y a la vez si, ella era una mujer muy interesante,  su cabello negro y sus ojos a tono daban la impresión de que no todo en su vida habia sido fácil.
Matias que ya la queria encarar aprovechaba en cada curva que daba el colectivo para buscarla con su mirada en aquel reflejo, pero ella parecía muy lejana. Ambos compartian cierta complicidad,  pero ambos sabian que al llegar cada uno a destino se verian obligados a olvidarse, a dejar pasar el tiempo y los colectivos y sin darse cuenta... la vida

lunes, 17 de junio de 2013

Ajena

Veo el atardecer caer lentamente por el ventanal del colectivo, una triste melodia suena en mi ipod, veo todos los autos ir en dirección contraria,  las farolas de la avenida comienzan a encenderse lentamente y siento que el dia recién esta naciendo para mi.
A veces creo que la noche no se hizo para dormir sino que para explorarla, todo toma un tinte místico al entrar la noche. Estos últimos dias ha sido muy difícil no pensar en ella, me digo "Matias tienes que dejar de pensar, no te hace bien", es raro como funciona la cabeza de uno, pero se hace muy difícil olvidar esos instantes que eran infimas manifestaciones de felicidad. Un beso después de una larga pelea, un abrazo cuando uno menos lo espera, un mirada perdida en ti, el calido recuerdo de tus brazos rodeandome.
Tu pelo y esa brisa de costa aquella noche en que el cielo y las estrellas eran solo para nosotros dos, un boleto de avion en el bolsillo de mi mochila, uff como se lleva las cosas el tiempo...
A veces pienso que le estoy errando feo y me agarran esas ganas de desaparecer de este pais, pero la maldita realidad me pone en vereda,  es difil leer algo que escribiste hace un par de años atrás,  eras otra, eras lo que volviste a ser ahora... ajena...

domingo, 9 de junio de 2013

Otoño...

La miró fijo a los ojos y supo que tenia que decirle lo que sentía.  La ciudad estaba calma aquella noche de otoño,  Matias la miraba fijamente al igual que ella, y sin pensarlo se lo dijo;
-"Te extraño Clara, y no es de una manera común,  te extraño de una manera muy extraña, te extraño como a los perfumes de mi infancia, sos como aquel viejo huevo de pascua que me regalaron a los 6 años,  sos como el olor a manzanilla del jardin de mi abuela, sos como las pastas del domingo que tanto extraño.  Sos asi Clara, sos lo que se que no va a regresar,  sos el gol que no meti en el potrero cuando tenia 10.
Por eso Clara me tengo que alejar de para siempre de vos, me haces mal sientiendote cerca y saber que nunca más voy a tener lo de antes. El futuro es algo que tiene que mirarse volviendose hacia atrás,  y no puedo verte si ya vi el futuro."
Matias se puso de pie,  miró por última vez a Clara y después de darle un beso en la mejilla se alejo lentamente mezclandose entre la gente y las ojas de tilo. La gris ciudad estaba llena de colores esa moche, Matias se detuvo en la esquina a esperar que el semáforo diera luz roja, se dio vuelta, miró a clara y volvió a darse vuelta, dio un suspiro y siguió camino hacia delante,  en dirección al rio, donde el aire siempre traía cosas nuevas, y donde quizás una nueva historia estaba esperandolo para cambiar el rumbo de.su vida nuevamente....

lunes, 15 de abril de 2013

Un instante


Caminaba sin buscar, caminaba como un simple transeúnte por Lavalle buscando un poco de paz. La gente pasaba sin prestar atención a nadie, cada uno en su mundo, eso era lo que amaba de Buenos Aires, la indiferencia de la gente, uno puede estar muriéndose desangrado que nadie se preocupa, odiaba esa ambigüedad que genera la indiferencia. Odiaba quizás no tenerla a ella, seguí caminando y un ciego con un acordeón me hizo detener, era una melodía que conocía, era un tango de José María Contursi llamado “como dos extraños” el cual tiene la peculiar melodía que me genera cierta melancolía  y habla sobre como la vida pasa y cuando a uno lo llama el amor y los recuerdos a veces  es mejor quedarse con ellos que salir a buscar la realidad, y en la canción, una historia que fue contada a Contursi  por un mozo del  Cabaret  Marabú se camufla entre los versos que Contursi  supo cincelar en un par de hojas, el mozo supo que su dolor no cesaría, pero sabía que debía de contárselo a José María, y esa historia fue quizás uno de los tangos más famosos de la historia, un par de lágrimas, un corazón desgarrado, unas hojas de papel y un simple bolígrafo pueden crear una obra maestra. Esa obra era la que en ese momento me detenía, en la cual es ciego con gran habilidad supo interpretar y hasta logro conmoverme y deje escapar una lágrima, y en ese momento una chica que estaba al lado mío, me miro y me dijo;
 “¿estás bien?” y yo que no sabía que ella estaba ahí, la mire, y me sentí avergonzado, la mire sonrojado y le dije, “si, es que me conmovió la interpretación, me encanta ese tango y no caí en la cuenta de que estaba en el medio de la calle”. Ella sonrió y espero quizás a que yo continuara la charla, pero en ese momento sentía unas ganas desesperadas de estar solo tirado en una plaza mirando a las estrellas, saque un par de monedas de mi bolsillo, se las tire al ciego que seguía con una extraña melodía, quizás improvisaba, o quizás no podía dejar de tocar, mire a la chica de nuevo y me despedí con una reverencia y seguí mi camino, la chica algo sorprendida se despidió  y siguió mirando al ciego.
Seguí caminando por Lavalle en dirección al bajo, llegue a la avenida Alem y me dirigi a la plaza San Martin y al llegar a ella me tumbe en el pasto, a mirar el cielo, estaba atardeciendo y la ciudad empezaba la vuelta a su hogar, el ruido iba cesando y ese era el momento que más amaba, ese instante en que el ruido se convierte en silencio, ese instante es eterno; en ese instante el atardecer va cayendo y la noche que se siente pesada lo va aplastando hasta dejarlo enterrado en lo más profundo.
Mientras miraba al cielo pensaba en que el tiempo se convertía en el tirano de mi vida, todo lo bueno había quedado atrás, aquellas noches en donde la arena y la brisa del mar me devolvían al mejor amor que podía haber tenido, esa luna, ¡esa luna! Dime que la recuerdas, plasmada arriba del mar, ahí mirar esa luna y tenerte en mi regazo era la perfección. Me encantaría vivir de nuevo eso una vez más, solo una vez, luego podre resignarme y seguir, devuélveme ese momento, ese silencio, esa calma y esa felicidad. Sé que puedo vivir sin vos, sé que este momento pasara, se quizás que todos andan con el corazón remachado y que lo saben llevar mejor que uno, pero bueno en este momento tirado en esta plaza me invade la melancolía y los dañinos recuerdos felices, y en este instante se cómo lo dice en el tango Contursi, algún día seremos dos extraños.
Me quede dormido en la plaza unos instantes y desperté medio acelerado, tenía una sensación en el pecho, un presentimiento, y decidí volver aquel lugar en donde te propuse que compartieras un pedazo de tu vida conmigo, camine con una extraña sensación en mi pecho, faltaban un par de cuadras y sentía que debía llegar, cruce la avenida nueve de julio y ahí estaba la plaza de la embajada, donde te había dicho que me la jugaba y que no importaba nada más, pero en ese momento cuando estaba a un par de metros te vi, y también lo vi a él, y los vi juntos, y entendí que ese era mi momento de partir, comprendí que todas las historias suelen terminar muy cerca de donde comienzan.
Seguí mi camino dirección al teatro colon y recordé esa estrofa de Nacho Vegas:


Tal vez esté escrita
mi vida, brujita.
Tal vez te llegue a perder.
Pero ¡cuánto te quiero,
mi amor verdadero!
Sin ti está mal hecho el mundo.
¡Sin ti está mal hecho el mundo!

La noche se había instalado y parecía que pensaba quedarse hasta último momento, subí al primer colectivo, saque boleto y supe que ese era el final, en ese instante mire sin mirar, y volví a mirar y en un rincón en el fondo del colectivo estaba la chica que me había preguntado si estaba bien, mientras miraba al ciego. Me miró y la miré, y me fui a sentar su lado, en ese momento caí en la cuenta en que hay ciertos indicios en nuestra vida que nos dicen y nos demuestran que en cada final hay un comienzo, la miraba y en ese momento todo se volvió perfecto y la noche después de quitarme semejante carga de encima, me regalaba una nueva chance, cerré los ojos unos instantes y deje que la vida y el momento fluyeran para comenzar una nueva historia…



martes, 9 de abril de 2013

No puedo dejar de mirar la hoja en blanco, pensar, pensar. Que dilema…


Los recuerdos me invaden, tanto tiempo, tantas cosas, y esa maldita manera de valorar el pasado. Cerrar los ojos y verte, pero verte sin rostro, ese es el  primer síntoma del olvido, cuando uno empieza a olvidar, lo primero que desaparece y se distorsiona es el rostro de esa persona. Luego sus detalles, esos que lo hacían imprescindible. Luego volver a olvidar y recordar de a momentos que esa persona te enamoro, la memoria funciona así, primero elimina su rostro y luego elimina el primer momento en que te enamoraste de ella, todo lo demás queda dando vueltas en la memoria y es imposible que uno no se confunda cuando anda caminando solo, y piense que el amor era algo especial pero tan lejano ahora. Tan lejano que el futuro se nos viene encima y es imposible disfrutarlo.
Recuerdo momentos, recuerdo escribirte las cosas más sinceras desde mi interior y recuerdo que no lo podías ver, mis ojos se humedecen y esto se convierte en una posible ruptura, pero uno disfruta del dolor, nos recuerda que estamos vivos y que si podemos sufrir por un viejo amor, podremos enfrentarnos al mundo, podremos mirar el paisaje más lindo y no temer a decir que es hermoso, o llorar con un libro, o una película, a diferenciar la belleza de una flor a una rosa con espinas. Uno prefiere el recuerdo, porque es ahí donde conviven los momentos más lindos, pero hay que mirar adelante, donde hay gente que ya no está, pero lo bueno del camino es que siempre uno se encuentra a otro par en alguna que otra vuelta. Y como una mañana lo comprobé, los caminos suelen empezar muy cerca de donde van a terminar, aquella mañana no lo entendía, aquella noche tampoco, pero yo siempre fui de hacer las cosas al revés, arranque el amor de noche y el término conmigo de día. Camine en amabas ocasiones hacia el rio, ese lugar donde las lágrimas podían ser liberadas sin temor.
No sé a dónde voy con estas palabras, solo sé que quiero despegarme de ellas, solo sé que no reniego del pasado, pero lo padezco. Solo sé que una noche te vi diferente y una mañana te vi igual a todas, esa mañana volví con el corazón entre mis manos, esa mañana hable con un remisero, hable con el viento y todavía no logro entender  como todo paso. No te escribo a vos, no te confundas, me escribo a mí y a la imagen que creé de ti en mi memoria, de ella me enamore, y de ella me tengo que desenamorar, de ella tengo que huir, de ella tengo que lograr aunque sea por un instante volver a sentirme diferente para poder caminar a la par…

sábado, 30 de marzo de 2013

No corregiré los errores de este escrito


Inmolar mis sentimientos frente a ti no seria la mejor idea, no se como sacarte de donde te has metido. Valla a saber uno donde estas en este momento, uno no escribe para persuadir a “esa” persona dijo el negro Dolina una noche en que fui a verlo, uno escribe porque no le queda otra. Y finalmente la obra es lo único que queda de aquellos anhelos o recuerdos, no quiero que te vuelva mi empresa, no quiero tener que depender de lo que nos pasaba, ni si quiera quiero verte, solo es que como aquello que dijo Lacan uno tiene esa huella mental, ese sabor del “what if?” y siente que algo quedo pendiente en el  inconsciente.
Una triste y gris melodía me ha dicho que debo escribir, que debo hacer algo con todo esto, porque no puedo vivir plagado de fantasmas que me atormentan en mis horas mas débiles, aparecen cuando menos los necesito, eres como el aroma de mi infancia, siempre estas allí dentro, muy profundo en mis entrañas desgarrando cada pensamiento y metiéndote. Como hare para olvidar aquellos tiempos en que los ojos brillaban en donde nadie esperaba, subestimar al futuro fue nuestro error y la mejor manera de volver atrás fue terminar desde la raíz.
Creo que después de un mes pude volver a traerte a mi mente con un poco de conciencia, creo que si me hubiera apurado estaría muy debajo de donde estoy ahora, igualmente mi mente me dice que debería estar en otro lado, estoy pensando demasiado en terminar lejos de aquí, donde tu estas en todos lados, quiero mirar al horizonte y no tener que tener miedo de ver un cabello tuyo en una de mis hombros ya cansados de aguantar un prospero pasado.
¿Dónde meteré las palabras que me dijiste aquella noche en esa calle empedrada?
Siento que me alejo de donde estoy, y que tu estas tan lejos que por mas que quiera elimintarte lo único que me queda es aceptarte, aprender de mi pasado y mirar lo que vendrá, me alejare de todo sentimiento, romperé aquellas cartas que nunca te escribi, cambiare los muebles de lugar, tirare tus fotos, y todo volverá a ser igual. Cuando lo único que queda es aceptar lo que fue, el futuro es mas prospero, porque el pasado le rinde cuentas al futuro para que sea mas prospero lo que vendrá.
Aquella noche volvi con el corazón en la mano, y todavía no logro remendarlo, aquella noche algo de mi murió, y hoy todo empieza a nacer de otra manera. Elegi el otoño para olvidarte, porque es el mes donde todo va muriendo y yo me levanto y veo que puedo sacar algo bueno de tanta tristesa. La vida, esa gran rueda, hoy termina cerca de donde ha empezado, y podría seguir gastando caracteres, ya no soy lo que era o quizás si, la vida sigue, eso dicen. Algunos creen mas conveniente buscar otras cosas, algunos solo quieren pertenecer…

sábado, 26 de enero de 2013

Era mas feliz cuando era un crio ignorante

Siempre fui un chico muy perceptivo, sabia de donde venian los bebes pero no podía explicarlo, siempre mi cabeza iba mas rapido que mis movimientos y todavia no estaba preparado para dar explicaciones. Tenia... esa cierte pureza de niño que no comprende las injusticias,  creia que muchas cosas eran posibles y como no creerlo si siempre que queria algo lo tenia.  Una tarde a la hora de "la siesta" , porque en mi pueblo se dormia siesta y el pueblo se sunergia en un sueño colectivo en el cual los niños quedábamos a la deriva durante un par de horas, salimos con fernando a cazar pajaritos; agarrabamos nuestras viejas y pequeñas bicicletas e ibamos para los campos que quedaban pasando su casa. Eternas calles empedradas nos guiaban a nuestros verdes destinos, juntar un par de piedras, abrir una canilla agena y seguir nuestro camino. Pasabamos por la vieja fundición porque ahi estaban los mejores proyectiles para nuestras gomeras. Golpeabamos las manos en la casa de yoni, el tenia recortes de acero, y arancabamos nuestra procesión.
El sol estaba en su punto mas alto, la tierra mas seca que nunca suspiraba rafagas de polvo, habiamos llegado, escondiamos nuestras bicis debajo de unos arbustos y seguiamos a pie "nos creiamos unos verdaderos aventureros".
Yoni iba adelante, el era el que conocia mejor la zona, las madrigueras, los pozos donde se refujiaban las serpientes,  los charcos de agua y lo mas importante para nosotros,  los nidos de aves.
Yoni llevaba la delantera en la caceria, habia cazado cuatro palomas torcazas, Fernando dos y yo nada. Ellos me molestaban porque no habia cazado nada, y despues de muchas burlas dije basta, déjenme ir a mi adelante. Caminé varios metros fingiendo saber lo que hacía, hasta que ahi lo vi, era un nido, no tan grande pero tenia una paloma en el.
Mire fijo e hice una señal de silencio con mi dedo en vertcal sobre mis labios. Ellos se reian en silencio, apunte, estire mi gomera con fuerza, podía sentirse las gomas tensas esperando liberar toda esa fuerza. Visualize el nido por ultima ves y solte; dicen que el trayecto de una bala desde que sale del arma hasta que impacta en su obejtivo se multiplica por los años de la víctima y ésa cuenta da el tiempo en que la victima ve en su mente el resumen de su vida. Ese instanre se hace "eterno".
Aquel ave alcanzo a dar vuelta unos 45º su cabeza y luego después de sentirse el latigazo de las gomas al instante se oyó el impacto. Y despues el silencio. Sentí una adrenalina en todo mi cuerpo,  supongo que es la misma la que sienten los asesinos,  pero duro poco al ver que no solo el ave caia sino que tambien el nido tambien con su pichon adentro. Corri intentando calcular donde caeria. Senti la caida a un par de metros mas de donde me encontraba. Llegue lo mas rapido posible y al ver la escena se me hizo un nudo en la garganta, el nido destrozado el ave con su pecho mirando al cielo y una inmensa mancha de sangre en el buche, su cuello retorcido y a su lado su pichon, empujando a su madre con su pequeña cabecilla, exigiéndole estar viva. El tiempo se habia detenido,  el silencio se habia instalado en el ambiente y un olor dulzón flotaba por todo el lugar. En ese momento habia comprendido a la muerte, sabia que era la muerte y que existía pero solo la conocia como institucion, era hasta casi mas real que la religión.  Porque todo el mundo moria. Pero siempre fuera de mi, esa tarde comprendí al ver ese pequeño e indefenso ave que la muerte era agena pero tambien podia ser uno,  esa tarde fui la muerte.
Yoni tomo el ave con su pichon y lo metio en su bolso de tela donde se econtraban 4 cadaveres a la espera de ser cocidas en una olla precaria, emprendimos nuestro camino de vuelta y yo no emiti ninguna palabra. Los salude a cada uno y segui camino a mi hogar,  no queria eso para mi, habia entendido otra cosa mas de la vida y en ese momento descibri otra cosa mas, descubri que crecer duele y que deberia seguir caminando y creciendo y sufriendo e intentando aprender de mis errores para convertirme en un hombre ...

sábado, 19 de enero de 2013

cuando los días pasan con su artritis

tengo la certeza de que todo ha cambiado de alguna manera extraña. voy arriba de un viejo colectivo hacia un lugar al cual no le debo nada. el cielo tiene un cierto color amargo, entre gris-celeste-blanco y amarillo. hay veces en las que veo hacia atrás y todo cobra sentido. hay indicios, hay quizás razones... titubeo y vuelvo a mirar por la ventana y mis ojos se humedecen un poco. La noche que pasó dejó resabios en mis mente, la amistad (gran virtud), la soledad (un tesoro) y tú cuerpo el mejor de mis premios. La brisa del camino rosa mi rostro y todos se vuelven parte del camino. Un suspiro y respirar hondo, bien profundo ahí donde nadie te encuentra. a veces siento que no te gusta cuando me desnudo de está manera. te veré en algunos días y te contaré todo esto con un beso. siempre tengo una idea para un cuento, algún dia.. algún dia te mostrare cada uno de ellos.
Llegaremos más lejos, la ruta es larga niña y nuestros pies aún están frescos...