domingo, 12 de agosto de 2012


A veces pensar demasiado destroza por dentro, uno no puede dejar de pensar.
La cabeza me explota y no encuentro soluciones y pienso y sigo sufriendo por dentro. La constante lucha de luchar contra el espejo y exigirle que te muestre la persona que realmente eres. La soledad a veces se apodera de mi y te veo a un millón de quilómetros, miro el vidrio empañado  escucho la lluvia acompañada de un jazz en mis auriculares y se hace tan difícil sostener las lagrimas…
Respirar hondo y penetrar aun mas hondo en mis pensamientos, tu discutes y yo me ausento, aunque no dices nada puedo oir tus pensamientos y no vale la pena quedarme ahí dentro si ya escuche todo lo que podía escuchar en tu silencio. Bajar caminar un poco, mirar atrás y no poder verte dentro de esos vidrios empañados. Hay cosas que se rompen de a poco y no se arreglan nunca, hay suspiros que son de alivio y hay otros que son por falta de aire. No dejes pasar el tiempo, porque el tiempo nos pasa por encima…
El amor… el amor… ¿para que echarle la culpa a el?
Hay dias que me levanto con mis fantasmas en mi cama, y hay otros en que ni ellos me hacen companía. Ya me cuestan tanto los remates que no puedo terminar mis frases, miro la cama, vuelvo la cabeza frente a esta pantalla y siento que te debo unas palabras. El maneki- neko ya no hace ruido y el negro me dice cosas sobre el amor y el olvido, suspiro.
El reloj digital da exactamente las 5:00 am y pienso en el pasado y pienso si en realidad estoy enojado, miro la cama y creo que ya me esta llamando; intento releer líneas posteriores y me vuelvo a perder, miro de nuevo la cama y espero que estes ahí, ire a dormir dejare que la noche me abrase y que cerca de el horario en el que antes empezaba mi dia, hoy termine. Te llevo conmigo a la cama y espero que sea ese el momento perfecto para decirte, susurrarte al oído bien despacito, casi sin despegar los labios…
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Te amo…

miércoles, 1 de agosto de 2012

nada...


Apreté los dientes para no disparar más palabras, la mire…
“Siempre lo mismo con vos” le dije. Ella me miro  siguió hundida en sus pensamientos. Siempre fue difícil descifrar donde estaba cuando ella se metía para adentro, que mares navegaría en lo profundo de su mente. Que difícil que era lidiar con ella.
Nunca podremos entendernos, estamos en otra sintonía, los meses pasan  y el tiempo hace su trabajo, no se bien si escribo por ella o para ella. No me importa que lo que escriba no tenga sentido,  esa maldita sensación de vivir con un vacío en el pecho vuelve a surguir desde mi interior.
Hoy no estoy para nadie, no estoy para nada, no quiero que me entiendan y no pretendo deslumbrar a nadie, esta puta acidez que me recuerda que uno nunca se termina de curar del todo de cada cosa que le pasa. Es imposible escapar a las metáforas, es imposible también no ser un idiota en algunos momentos.
Que fácil que es tropezar dos veces con la misma piedra, somos muy imperfectos.