miércoles, 20 de agosto de 2014

Too soon

En esos pequeños momentos de iluminación, o quizás de curiosidades que surgen a la madrugada, en esos momentos, empiezo a envidiar, o a quizás querer haber sido tal o cual cosa. Las cosas que he dejado atrás, los pasos en falso. Quizás ese tiempo no me correspondía, y yo tan apresurado por adivinar qué hay detrás de esa puerta. Un mosquito en la noche me ha quitado el sueño, por los agujeros de la persiana se filtran las luces de la cuidad, quizás el único medio entre ese universo y el mío, esas luces me recuerdan que el tiempo sigue corriendo ahí muy cerca mío.
He vivido el futuro, varias veces. He visto y me he equivocado muy seguido, he cargado de aciertos estas manos para luego abrirlas y arrojarlos a la tierra. No tengo nada que renegar de él, quizás me debe más el pasado, el futuro ha sido siempre sincero, y a veces este montón de palabras tiene sentido para otros. Me he hartado de los dilemas existenciales, puedo recordar, puedo crear palabras y frases para vos, para ella, o para la otra, y todas no sabrán que no tienen nada que ver, quizás la única solo exista en los pétalos de las rosas que he desojado en mi adolescencia.
Hoy me veo, en el reflejo de este monitor, veo a mi alrededor, veo una biblioteca improvisada, repleta de libros, veo libros tirados por ahí, un disco de todos tus muertos, un llavero, un playmobil, una foto de Frodo, un muñeco que debe tener 13 años, un par de medallas, un trofeo, unos peluches, una pila de entradas de recitales. Me veo a mí en cada objeto, yo y mi problema de acumular pedazos de momentos.

He gastado años esperando que se caiga un libro de mis manos, y realmente dudo de mí, dudo de que estas manos disparen 300 paginas, siento que algo se viene gestando hace años, y que de a ratos me regala un par de  carillas. Cuando era más joven solía pensar que las cosas me sucedían para que yo las contara, y cuando deje de creer eso dejaron de sucederme cosas dignas de ser contadas. Me he convertido en un hombre normal, un tipo con barba y kilómetros, pero hoy, quizás esa película que no tenía nada que ver, pero me quito el sueño, quizás aquel post de ese desconocido en ese blog, quizás esta realidad que nos hace vivir tan acelerados, el mundo nos está dando un ultimátum y nosotros que nos hemos equivocado mucho y nos pesa la culpa, solo nos apuramos, nos dosbordamos y vivimos como si cada día fuera el ultimo, pero queriendo creer que no, el pánico se ha adueñado de nosotros y quizás la casualidad se ha apurado y nos cruza por temor. Quizás ya no sea too soon…

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