domingo, 18 de septiembre de 2011

Con un té y una ciudad con colores

Uno se pasa la vida buscando sus mitades, eso que algunos llaman “media naranja”, no se a quien se le puso en la cabeza que el amor era como una góndola de verdulería de supermercado coto, donde la gente puedo ir a comprar frutas cortadas a la mitad. A veces cuando me miro en el espejo busco cosas que nadie ve, y me pongo minucioso en esa búsqueda, para poder descubrir lo que vos descubriste en mi, ese “eso” que tiene cada persona para enamorar a otra. Te miro y es imposible no ver ese “eso”, en realidad en vos no veo “eso”, sí no el “todo”. Me cuesta ser muy expresivo, y no se a donde va esto que estoy escribiendo, tal vez será el hecho de que hace días que no escucho tu voz y tan solo extraño el sonido que generan tus palabras en mis oídos, el amor es un tanto egoísta, uno busca la persona que le hace bien, la que sea “lo mejor para él/ella”.
Muchas veces intento saber si te amo por necesidad o por sinceridad. Yo creo y siento que es por sinceridad, y que te necesito a mi lado porque es la única manera de demostrarte lo mucho que te quiero. No sé si esto será una carta o una declaración de sentimientos, tan solo necesito escribir. Necesito plasmar cosas, muchas siempre te las digo y muchas otras siempre las oculto, me da vergüenza volverme un romántico, pero detesto a la gente que para amar se pone en piloto automático. Deja que la vida pase y parece que no sienten nada de lo que viven.
Detesto que la vida para algunos sea como una serie de fox, para mí las cosas son más interesantes y más crueles en cierto sentido. Acá no hay guiones aunque a veces lo parezca.
La vida es más interesante que una publicidad de galletitas rex, yo amo cuando haces esos gestos que nadie puede hacer, amo cuando miro en mi campera y encuentro un cabello colorado, amo que tropieces cuando caminas a mi lado, y estoy más que feliz de que hayas tropezado con migo en esta vida. Nunca busque mi media naranja, siempre me creí bastante entero como para tener una mitad, ahora me doy cuenta de que vos no sos mi media naranja si no que sos mi naranja entera, y puedo tenerte para mí y volverme egoísta con el mundo, tenerte y entregarme, porque el amor es entrega y a veces decisiones.
Quizás sea la soledad de la noche, la complicidad de mi taza de café, pero creo que en este cuarto faltas vos. Nunca encontré las palabras justas y escribirte siempre fue difícil, pero ahora que estas lejos y que restan días para verte, quizás con estas palabras me acerque un poco más a vos. No sé que será del destino ni de mi vida, pero espero sigas en mi por mucho tiempo más.
Necesito que te quedes un poquito en mi, necesito que estés aquí cuando oscurezca, si te pido mucho te tendré poco, y si te doy todo quedare vacio, espero que tengas el tiempo, para poder entregarte en raciones lo que soy. Tengo el tiempo y te lo regalo, ya corrí muchos bondis y todos se me fueron, me acostumbre a llegar tarde, pero en esos viajes a destiempo te encontré a vos, prefiero caminar a tu lado, mientras el sol se aleja de la ciudad, quiero mirarte a los ojos y descubrirme en tu mirada, quiero que me mires como nadie. Quiero, simplemente que me abrases para poderme dormir…