domingo, 19 de abril de 2015

Eternidad

Matias lo veía al viejo mientras escribía en su gastada olivetti, cada tecla disparaba una letra, cada movimiento de sus dedos daba forma a algo, él se acercó y le pregunto sobre que escribía, y el viejo lo miro cancinamente y con todos sus años en cada palabra le dijo "escribo sobre nosotros pibe, sobre todo lo que hemos vivido"
¿Y para que escribes sobre nosotros? Le preguntó,
"Para hacernos eternos..."
Matias no pudo comprenderlo en ese momento, pero años más tarde se encontró en la misma situación mientras leía frente a una multitud, y en una pausa alguien le pregunto para que escribía. Sin pensarlo respondió lo que el viejo, "para ser eterno..."

Some drinks (hank,jack,bill y tu viejo hermano)

Aquella noche me sentía abrumado, millones de fracasos y millones de triunfos, ¿quien puede diferenciarlos? Me había convertido en quien quería y sin embargo, no podía sostenerme a la mañana siguente, era ahi, cuando el hechizo se rompía, cuando todo volvía a ser bulgar y quizás, solo quizás, algunas veces eso no sucedia.
Cada fin de "jornada", cada vez que todo terminaba, se apoderaba de mi una extraña sensación de soledad, de vacío. Y era quizás eso, lo anterior, lo anteriormente citado; una consecuencia de mi vuelta al alcohol, quizás las otras drogas daban más provecho, pero el alcohol tenia esa libertad, de beber sin ser juzgado, de estar arruinandose frente a una chica y que ella lo percibirá como "normal" lo aceptará, un alcohólico pasaba desapercibido. Mi cuerpo exigía medianamente algún tipo de sustancia para reaccionar de manera indirecta, alejandome así de el control total de mis sentimientos. Era ahi, cuando sucedía todo, la poesía era mi refugio en esta isla de miserias, me había convertido en el tutor de mis fracasos, así quizás sentía lo que dolía realmente "estar vivo".
Un hombre enfermo se suicida porque sabe exactamente la fecha de su muerte, y verdaderamente conoce cuan oscuro es el fondo del espejo. «Sí vas a ser algo, se un alcohólico» dijo Bukowski y construyó así su destino, esquivando los demonios con los brazos abajo, como Muhammad Ali, con la defensa baja, observando cautelosamente para luego picar cómo una abeja. Por eso es que tambalean los borrachos con sus brazos abajo y en una mano sosteniendo una botella, van esquivando sus demonios, enfrentandolos donde nadie los puede ver, donde la tristeza esta vijente, en lo más profundo, en lo más oscuro de sus propias almas.
Quizás las noticias no sean buenas, y tu vida viejo amigo, ha cruzado las fronteras, has cosechado, sembrado y quemado todos los campos luego, hoy pretendes sembrar en la tierra que has cubierto con sal. Los sueños son el futuro y todavía no comprendo quien te ha dicho que tus sueños están aquí, mi mentor ha muerto hace unos días, el ha amado, ha bebido y ha sufrido, ha sabido manejarse en lo oscuro de esta noche y se ha convertido en el sol de muchos. Una vela frente al mar corre peligro, pero se alimenta de ese aire fresco, donde la locura incita a vivir, vive a límite viejo, vive como siempre, los reproches no justifican la felicidad, nada de lo que hagas podrá ser peor que no hacer nada, las flores se secan al sol, la lluvia ahoga, y tu nunca supiste encontrar el punto medio, miles de millas, océanos, nubes, cielos azules, han sabido ver en tu mirada el futuro que has dejado cuando el veneno se apoderó de ti...

lunes, 13 de abril de 2015

Adiós vagamundo...

Sentí el calor en mi cuerpo, sentía que esa canción tenia que sonar, y en ese instante en medio de la canción me acorde de ti, vagamundo, de ti aprendí muchas cosas, comprendí que todos eramos muchos mundos, el porque de nuestra realidad y el sufrimiento y la sangre que ha convivido a lo largo de este continente, contigo aprendí historia.
En ese instante no supe darme cuenta que debía despedirme te tus letras, quizás hoy la noticia de tu muerte me dejó sin palabras, las millones de palabras que he leído de ti, la más de una docena de libros tuyos que acompañan a otros autores en mi biblioteca. El día que me di cuenta que quería escribir, la segunda revelación, fue cuando te comencé a leer, tu me contabas cómo el abuelo que nunca tuve, esas historias, esos fragmentos de vivencias, las voces de los que no tienen voz, conocí el mundo y viaje contigo, conocí a Conti y en lo profundo de mi, se que estas con el, navegando en los ríos y tomando unos mates, se que vas en dirección al sol, a reunirte con los anhelos y con esos sueños que tenia tu mujer, se que estarás siempre en sus sueños porque cuando ella sueña tu despiertas y le cuentas como va todo por ahi, quizás ella ya no tenga a su Eduardo para que la escuche y escriba sus sueños, sé que la angustia es pasajera, pero no puedo tocar el lomo de tus libros, recuerdo irte a ver a la rural, con tus libros bajo mi brazo a la espera de tu firma, más que de tu firma, de tu gesto, ese gesto de paz, de pureza. Todas las veces que fui al Uruguay pensaba y divagaba en buscarte para charlar, siempre soñé con mandarte el primer libro que editará, siempre soñé que quizás te cruzaria y podría charlar, aprender un poco más. Hoy se que no podre, se que costara creer que ya no veré algo nuevo tuyo, ya no podre oírte leer tus escritos, ya no podre escuchar a mi vieja decir "Rodri esta Galeano en la tele", te voy a extranar viejo, te voy a extrañar cómo a la arena en junio, como a la lluvia en el barrio de la boca, como al gris de Escalada, como a los miles de boletos que duermen bajo mi cama, y podría jurar que en cada uno de ellos hay más de un libro tuyo, cada año que vivía, cada bondi que tomaba, ahí estaba alguno de tus libros, gracias por hacer este mundo más lindo, gracias por enseñar que hay que mirar un poquito más allá...

lunes, 6 de abril de 2015

Matar el tiempo (a Bill)

Tengo un arma en mis manos, el frío y el calor de mis manos transpiradas hacen titubiar mi pulso, aguzo el oido y la vista, enfocó con un solo ojo y con el otro solo veo la oscuridad, las dos caras de la moneda conviven en mi rostro. Matar al amor, matar a los sueños que no fueron, los abrazos que ya no di, los errores y el futuro, la tristeza de perder el tiempo.
El llanto luego del silencio, he averiguado cómo has nacido Bill, has matado una parte de ti, has inmolado todo lo que había de humano en ti, ese fue tu pacto con el diablo. Todos los grandes hacen su sacrificio, has vertido sangre en el altar de tu pirámide azteca, has dejado a los niños sin el calor y la dulzura, has bañado de tinieblas el amor. Sacrificio y aullidos, tu y tus historias formarán generaciones. 
El disparo impactó dónde debía, ya pagaste al convivir con los demonios de la tierra, las calles de tierra, borrachos y yonkis que arrebatan juventudes; vivir al limite, al borde, saltar los muros de la percepción, abrir las puertas sin las llaves.
Un hombre aprende de la locura, quizás lo más riesgoso de esta vida sea intentar controlar la locura, golpearse la frente contra el espejo hasta que la mente se despegue y el calor de la sangre roce los labios de la vergüenza. Yo me he comprometido a entenderte, pero quizás ese sea cliché, intentar entender, el amor es como un vaso de tequila, si intentas beberlo lentamente se vuelve asqueroso y descompone, hay que beberlo de un trago y aguntarse el sabor amargo mordiendo un limón mientras las lágrimas acarician las líneas de la vida.
Me sentí raro luego de cruzar esa línea, supe que los demonios vendrían y no se irían nunca, las nubes y los kilómetros de zapatos gastados, el frac colgado en la silla electrica.
Yo estuve en tu lugar, yo he dejado trozos de mi, he abierto mis venas a los ácidos de la incertidumbre, veredas manchadas de sangre, calles repletas de colillas de cigarrillos y una esquina donde conviven todos mis miedos. Tu, amigo, me has dejado el lugar, ya sabrás de mi, ya veras en páginas de papel todas las historias que se alojan en lo profundo de mis entrañas...

jueves, 2 de abril de 2015

Madrugadas (cuando Matias supo que se debia algunas cosas)



El tiempo sucedía, el mundo quizás guiraba a toda velocidad, mi cuerpo cansado y la noche, un alma abrazada a mis sueños. El taxista no preguntaba, tan solo miraba fijo hacia sus adentros, el tendría sus mambos, sus corazones rotos y sus anhelos esperándole en su hogar. Yo tenía el rosto estampado en la ventanila y mi brazo extendido hacia ella, abrigandola del mundo. En la radio sonaba "looking for a sing" de Beck, el tiempo siempre me ha jugado, el tiempo y las señales han dado vueltas en mi, las ruedas del viejo Fiat Palio, giraban a todo lo que daba. La ruta, esa delgada línea se desdibujaba en cada segundo que el el auto avanzaba. Ella soñaba, yo me dejaba absorber por el asiento y deje caer mi cabeza fuera del resguardo y pude ver por el vidrio trasero, como la luna nos observaba, viajar era, en ese momento, la forma más sincera de compartir un suspiro de vida.



Otra noche, había sufrido, otra noche, las cosas sucedían de otra manera, mis pies habían caído en la cuenta que ya no tendrían compañeros y yo no comprendía nada, esa noche, años antes, muchos años antes, el taxista, que tampoco quería ser cómplice de nada, nos dejó y en ese instante dar la vuelta de página era lo mejor para ambos, esa noche, amanecía en cada lágrima, y en mi mente, sonaba "looser" de Beck. Un hombre hablaba del amor, esta vez, la noche me llebaba a la cama de un amigo, en busca de su oído y su silencio, las madrugadas han echo pedazos de mi vida, las noches son quizás, los lugares en comun con los sueños de mis escritores preferidos.Aquellas caricias que me han dado, abrazos en lugares lejanos, niebla, frío, calor, viento, suspiros, y miles de kilómetros, sueños de mis vidas pasadas.
En el ejercicio de la equivocación me he lucido y cada acorde de guitarra habla quizás más que mis palabras, porque quizás me falte una maquina de escribir y un par de años, quizás este equivocado en el camino que intento encontrar, quizás miles de ojos vuelvan a leer palabras de mis manos, y cuando esté sentado junto a un futuro, años después, en dirección al provenir, sea ahi, quizás cuando sepa que mis manos no estaban equivocadas en abrazarte...