Un poco de música.
Tranquila, esperaba el tren, y a la vez no esperaba nada.
Volver a escribir, la sensación de tener un cuaderno en la mochila.
Las ganas de decirle a alguien ¡mira mi nuevo cuaderno!, a pablo, a ella nada le importaba.
Que largas son las cortas historias de amor. Como ella dijo que si, y una noche. Tal vez un día; le dijo: hablemos del amor, y tiremos el rencor a la basura, y al despertar ella no estaba, y la cama estaba impregnada de miserias.
Cuando pedro camino, a lo lejos creyó verla, pero que fair es ver fantasmas en Bs. as. Pedro se enamoro, y aprendió a sufrir gracias a laura. El tiempo fue, el único que supo que ella no quería nada, pero el nunca quiso decirle a pedro que la vida es mas corta de lo que creemos.
Laura amo y luego se suicido, pero de esto pedro nunca supo nada, ella se fue muy lejos y al llegar a México se suicido frente a las ruinas mayas.
El nunca supo, y a ella nunca le importo. Pero la vida fui injusta para los dos.
Pedro supo que esperar a una mujer en una plaza, puede esconder mas cosas de las que uno cree.
Las cosas, el amor, la vida, la tristeza, el rencor, el llanto, los tiros, las putas el hollín, los subtes, el cielo, el rió y la miseria podría ser mas que estas líneas, pero ahora solo pueden quedar así, escritas, en pocas líneas, esperando como pedro, esperando tal vez, que el tiempo ponga las cosas en su orden y así poder continuar.
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